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Sara Carbonero es consciente de que "siempre hay luz en la oscuridad" y de que la situación que estamos viviendo ahora en todo el mundo "también pasará". Está pasando estos días de confinamiento en Oporto junto a su marido, Iker Casillas, y sus niños, Martín y Lucas. Los cuatro juntos disfrutan de planes caseros, de jornadas de juegos y deberes, de improvisadas fiestas de disfraces, videollamadas con familiares y amigos a los que ahora no pueden ver o de unas mágicas puestas de sol de las que son testigos de excepción desde la ventana de su domicilio con vistas al mar. Pero aunque se mantiene calmada y positiva, la periodista no puede evitar echar a volar su imaginación y pensar en el futuro, en lo que hará cuando todo esto haya quedado atrás.
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"Cuando termine todo esto -porque terminará- quiero que el mundo se llene de primeras veces. Otra vez", ha dicho Sara, haciendo de esta manera suyas las palabras del escritor y poeta Carlos Gómez B, autor del libro Podría estar hablando de ti. "Y que la primera vez no siempre es la primera", ha añadido Carbonero, gran amante de la lectura. Precisamente en los libros ha encontrado unos grandes aliados para relajarse en esta temporada de incertidumbre en la que también encuentra la paz gracias a la música tal y como ella misma contaba hace unos días. De hecho, confesaba que últimamente está volviendo a escuchar con frecuencia Heal the world, de Michael Jackson, quien creó este himno humanitario para ayudar a niños en zonas de conflicto.
Comprometida y solidaria, Sara ha agradecido su labor a todos aquellos que están trabajando en primera línea para acabar con la pandemia y ha hecho un llamamiento para que la población se muestre unida y generosa. "Si algo hemos aprendido en los últimos tiempos es que nunca, nunca, debemos bajar los brazos. Es en momentos como este cuando debemos unir nuestras fuerzas y hacer que palabras como solidaridad y generosidad se llenen de sentido. Para que nuestros guerreros del presente, los sanitarios, puedan plantar cara al virus con más mascarillas, más guantes y más geles desinfectantes colabora con UNICEF y pon tu granito de arena", comentaba Carbonero.
Hace unos días, la fundadora de Slow Love hacía un relato íntimo y muy personal. Unas significativas palabras que escribía tras organizar en el ordenador imágenes y toparse con una suya de hace una década. En ese momento se preguntó qué le diría a su yo de hace diez años y su respuesta consiguió emocionar a amigas como Raquel Perera, Isabel Jiménez, Ariadne Artiles, Susana Guasch, Eva González o Georgina Rodríguez. "Creo que le diría que no perdiera el tiempo ni la energía tratando de controlar todas las situaciones porque al final, la vida nos descoloca a cada uno en su lugar. Que hay cosas que dependen de nosotros y otras que no. Que se preocupara menos y se ocupara más, le diría que exprimiera cada segundo y que dedicara su tiempo solo a aquellas personas que merecieran la pena y le hicieran sentir bien [...] Le diría que no dejara de hacer nada por miedo a arrepentirse porque siempre es mejor hacerlo que lamentarse por no haberlo intentado. Le diría que cada día de la vida es un regalo, un milagro, una oportunidad", decía en una parte de su publicación.
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Por su parte, Iker Casillas está tomándose esta situación como una nueva oportunidad para empezar de cero. Hace escasas horas seguía la tendencia de otros rostros conocidos y sorprendía con un cambio radical: el pelo rapado. "Vendrán noticias positivas", decía el guardaeta mostoleño junto a la imagen de su nuevo look. De este modo parece haberse sumado a la tendencia iniciada días atrás por el futbolista del Atlético de Madrid José María Giménez, quien se afeitaba la cabeza como punto de inicio de un reto viral seguido por otros deportistas como Ferran Torres, Máxi Gómez o Ander Herrera.