El cocinero Marío Sandoval dedica estos días todo su esfuerzo a ayudar a los demás. Y lo hace con lo que mejor sabe hacer: llevando comida, preparada en su restaurante Coque,a quienes más la necesitan, en este caso al colegio Valle Inclán de Madrid, donde dan de comer a 33 familias, unas 140 personas en total. El chef, titular de dos Estrellas Michelín, ha hablado con ¡HOLA! para contarnos algunos detalles de esta iniciativa solidaria.
Mario ¿cuándo comenzaste con esta iniciativa? ¿Fue algo que te propusieron o fuiste tu quién se ofreció para ayudar?
Escribimos una carta desde restaurante Coque al Ayuntamiento de Madrid, nos contestaron rápidamente y nos pusieron en contacto con el colegio Valle Inclán de San Blas. Realmente hemos estado cocinando esta semana para el viernes, sábado y domingo. El lunes volvemos a cocinar para el martes, miércoles, jueves.. . Vamos a entregarlo dos días en semana y hacemos comida para 3 y 4 días.
¿Qué te movió a hacerlo?
Lo único que nos motivó es el que los hosteleros somos solidarios porque llevamos en nuestro ADN servir a los demás y queremos aportar nuestro granito de arena colaborando con lo que sabemos hacer, que es cocinar para los demás. Surgió esta posibilidad de ayudar al Ayuntamiento de Madrid y en eso estamos.
¿En qué consiste exactamente?
Lo que hacemos es recibir productos que algunos proveedores nos donan, y nosotros cocinamos esos productos y se los llevamos al colegio, a las personas más necesitadas, ya cocinado y preparado, listo para comer.
Así que los fogones de Coque están a pleno rendimiento aunque el restaurante no está abierto al público?
Así es, cocinamos dos días por semana una cantidad de comida para unas 130 personas, para cada día. Producimos un día para 3 días de la semana.
¿Tu equipo cómo ha respondido a esta iniciativa?
En principio el equipo de cocina y de sala en este momento hemos hecho un ERTE y ellos están en casa. Estamos cocinando mis hermanos y yo, tanto Diego como Rafa. Como es una cocina sencilla, una cocina de guiso, tampoco necesitamos mucha gente para hacerla.
¿Y cómo es el proceso, porque en este tiempo de aislamiento habrá que extremar las precauciones mucho más, verdad?
Pues sí, en este caso hay una persona que se ha ofrecido a venir a recoger la comida y llevarla al colegio, con una furgoneta. Entonces lo que hacemos es cocinar los alimentos bien lavados, nosotros llevamos guantes y mascarilla. Cocemos bien, tanto si es un cocido, unas judías, unas lentejas, una pasta, unas legumbres... y luego lo llevamos en ollas térmicas hasta el colegio. Allí una vez que llegamos, volcamos esa comida en las ollas que tienen en sus cocinas. El siguiente paso es lavar nuestras ollas y las traemos de vuelta a Coque. Así es como nos organizamos y así es como mejor sale.
¿Crees que en estos tiempos difíciles la solidaridad es un valor que estamos recuperando?
Creo que el sector de la hostelería y en este caso, la gastronomía, siempre ha demostrado que somos solidarios, también es porque lo llevamos en nuestro ADN, lo único que hacemos en nuestra profesión es servir a los demás. Mi profesión siempre da ese paso adelante para poder ayudar a los demás en nuestro ámbito, que es el de la comida.