Este viernes el programa de Volverte a ver ha rendido homenaje a Lucía Bosé tras fallecer el pasado lunes en un hospital de Segovia como consecuencia de una neumonía. "Lucía desprendía ganas de vivir y por culpa del Coronavirus no pudo cumplir muchas cosas. Al igual que numerosos mayores que están sufriendo esta pandemia", comenzaba diciendo el hilo conductor del programa. "Nunca perdió el valor de ser ella misma, además, Lucía Bosé fue una de las actrices más importantes del cine italiano. Trabajó con algunos de los mejores directores de la historia como Federico Fellini y sus películas marcaron toda una época", añadía el presentador. Sin embargo, la vida de la intérprete ha ido más allá del cine. Durante su vida se rodeó de personajes como Pablo Piccaso y entre sus amigos estaba Salvador Dalí. "Lucía Bosé no entiende la vida sin el arte sin la espiritualidad y sin sus ángeles. Esta noche vamos a emitir la última entrevista de la artista y la sorpresa la sorpresa que recibe con la que nos muestra su lado más personal", sentenciaba un emocionado Carlos Sobera.
Lucía Bosé aparecía plen ató con la sonrisa y la energía que siempre la caracterizaba para profundizar de algunos aspectos que marcaron su vida. "Estoy muy bien, encantada de la vida, muy feliz hago lo que me gusta", comenzaba diciendo mientras confesaba que "me podría pasar horas leyendo, me encanta al igual que todo lo relacionado con la creatividad. Soy una mujer muy espiritual hay que mirar más allá". Otro de los rasgos característicos de la actriz es su cabello azul, su seña de identidad. "Me teñí de todos los colores, pero Bimba me dijo que me quedara con el azul y así fue", contaba risueña.
Con tan solo 16 años se convirtió en Miss Italia y deja la pastelería en la que trabaja para para comenzar como actriz treintena de películas con grandes directores. Un mundo en el que brilla con luz propia gracias a su arrebatadora personalidad. La madre de Miguel Bosé siempre ha sido una mujer adelantada a los tiempos que tenía las cosas muy claras y que no dudaba en hacer lo que quería en todo momento: "Tienes que construir tu propia vida como quieres", decía. En 1955 se casó con el torero Luis Miguel Dominguín en la ciudad de Las Vegas para después divorciarse en la década de los 60 cuando todavía el divorcio era inimaginable. Además, confesaba entre risas a Carlos Sobera que "estoy muy bien sola, los hombres son muy aburridos. He tenido amantes, los que he podido".
Tras la entrevista, Lucía Bosé era sorprendida por una antigua amistad que marcó su vida. Se trata de su amiga Danielle a quien conoció durante el camino de Santiago y con la que compartió tanto buenos como malos momentos. "He querido sorprenderte para darte las gracias por tu amistad y para decirte que he venido a vivir a Madrid. De esta manera, podremos pasar más tiempo juntas", explicaba su amiga no sin antes añadir que "Lucía Bosé es una persona tremendamente generosa para mi es la imagen de la sabiduría. Me ha ayudado mucho cuando he tenido problemas, siempre ha estado a mi lado". Una vez se reencuentran no dudan en mostrar la ilusión y lo que se quieren y se funden en un emotivo abrazo. Así se apaga la luz de una de las artistas más importantes del cine italiano que quedará siempre en el recuerdo.