Miguel Herrán da las gracias a su novia, Sandra Escacena, por ayudarle a 'normalizar' el éxito

Ha empezado la cuenta atrás para el estreno de la cuarta temporada La casa de papel. El próximo 3 de abril volveremos a ver a El Profesor y a toda su banda, que se verán envueltos en un profundo caos y atravesarán uno de sus momentos más difíciles. Dos de sus protagonistas, Úrsula Corberó y Miguel Herrán, que en la serie interpretan los personajes de Tokio y Río, ya emocionaron a sus fans hace unos días con un reencuentro muy especial que causó furor en las redes sociales, y es que muchos sueñan con que su amor traspase la pantalla y se convierta en realidad. Sin embargo, el corazón del actor malagueño, de 23 años, está ocupado por otra mujer.

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Desde hace un año, Miguel sale con la también actriz Sandra Escacena, con quien mantiene una discreta relación. De hecho, durante estos meses no se han dejado ver juntos en público, aunque sí que suelen dedicarse muchos 'likes' y mensajes de amor de manera virtual: "¡Ese pivón es mi novia!", "Más guapo que nada", "Amor", "Yo ya perdí el conocimiento"... La protagonista de la película Verónica, de 19 años, fue la encargada de confirmar su amor en las redes el pasado verano, cuando publicó una romántica imagen junto a su chico.

- Sandra Escacena comparte su primera foto con Miguel Herrán

Sandra no solo se ha convertido en su compañera de vida, sino también en su mayor apoyo. Así lo ha confesado el propio Miguel en una entrevista que ha concedido a la revista GQ, asegurando que le está ayudando mucho a 'normalizar' la fama y todo este boom que se ha formado a su alrededor con el éxito de la serie. "Mi novia me está animando a que haga más este tipo de cosas. Lo normaliza. Ella me dice: 'Venga, vamos a tomar algo a una terraza'. Y yo: 'Bueno, pero vamos en coche'. Y ella: 'Mejor andando, así damos un paseo'. Y yo: '¿Estás segura?'. La verdad es que está haciendo un gran trabajo en este sentido, aunque a veces se arrepiente de salir por según qué sitios... ", explica.

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Miguel, que en 2016 ganó el Goya a Mejor actor revelación por su papel en la película A cambio de nada, de Daniel Guzmán, dice que intenta dejarse llevar, pero que hay momentos y momentos. "Yo ahora ya no salgo de fiesta. Voy a casa de amigos, pero no a discotecas porque me siento algo cohibido si la gente me graba. Hay de todo, claro. Hay personas que te vienen y te preguntan. Tal vez en ese momento tú no puedes corresponderles, se lo dices y no pasa nada", confiesa Miguel, que también se ha encontrado con personas que "te insisten una y otra vez y si no les das lo que quieren, se van a su grupo de amigos y dicen que eres un borde".

En la entrevista, el malagueño también ha hablado del arma de doble filo que son las redes sociales y ha querido aprovechar para mandar un mensaje. "Yo tengo pocos haters, pero sí noto que utilizan mis publicaciones para meterse con mi novia, lo cual es injustísimo", asegura el protagonista de La casa de papel.