Ha tenido que llegar a Playa Desvalida para disfrutar de su participación en Supervivientes 2020. Hablamos de Ana María Aldón, que precisamente en su condición de desterrada es cuando ha logrado su mayor proeza en el programa. La mujer de José Ortega Cano ha pescado su primer pez "con una ayuda venida del cielo", como decía ella misma. "Estaba merodeando y he pensado que tenía que ser mío, he mirado al cielo y le he pedido ayuda a Rocío (Jurado) y en dos minutos ya le tenía en el anzuelo", explicaba la concursante horas después. Aunque hasta el momento la diseñadora de moda había mostrado su destreza cogiendo frutos, cangrejos y lapas, la pesca era algo que se le había resistido.
Pero nada que no pueda solucionar una mañana en el mar en compañía de su inseparable amigo Antonio Pavón, con quien decidió volver a probar suerte. El torero peruano se le adelantó por unos minutos, pero su compañera no se rindió y, armada de paciencia, continuó atenta hasta conseguir su objetivo. Tras un rato de espera sus gritos confirmaban que, después de cuatro semanas en el reality, era otra superviviente más que pasaba a engrosar la lista de los que han conseguido pescar.
Al ver que se había hecho con el botín, la emoción y el nerviosismo se apoderaron de ella, y no paró de dar las gracias echando la vista al cielo. Sin perder un minuto pidió ayuda a su compañero de faena para no dejar escapar el magnífico ejemplar, cuyo tamaño calificarían ya en la playa como el de un besugo. Nada más guardar el pez, los dos amigos se fundieron en un abrazo y continuaron con la celebración entre risas y bromas.
A pesar de la alegría de haber pescado y la satisfacción por tener alimento, su regreso a Playa Desvalida no fue como esperaban. Yiya, Hugo e Ivana sonrieron al ver a su compañera presumir por su hazaña, pero la falta de sueño y de descanso les estaba pasando factura y no hubo más muestras de euforia. Aún así, la empresaria gaditana sacó su pez de la bolsa donde iba guardado y posó como una auténtica triunfadora con su primer pescado.
A la hora del almuerzo y después de asar el pez en un espeto, Ana María Aldón tuvo un recuerdo entrañable para los suyos: "Esto va para mi niño José María, el primer pescado que he cogido se lo dedico a él y a toda mi familia", decía mientras se disponía a comerlo. Después, y con la emoción de poder degustar su propia pesca, la concursante se deleitaba explicando cómo era cada bocado, toda una delicia para su paladar. "Es el más rico que he comido", confirmaba mientras sus compañeros degustaban su ración.