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José Campos lleva varios días en el hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander. Su ingreso nada tuvo que ver con el coronavirus, que se ha cobrado la vida ya de casi 3.500 personas y ha afectado-según los últimos datos oficiales- a otras 50.000. El caso del empresario cántabro es distinto, tal y como él mismo anunciaba recientemente. El motivo que le llevó al hospital fue un ictus, del que en estos momentos se está recuperando "poco a poco", según ha confesado a sus seguidores.
© josecampos3375Fue hace unos días cuando José Campos ingresó en el centro médico y desde entonces ha estado evolucionando positivamente bajo la vigilancia y los cuidados del equipo médico, a los que ha querido agradecer su labor en todo momento. "Graciassss!!!! A Marian y a Valdecilla (a todos) me salvaron. Os quiero", escribía hace apenas unas horas. El que fuera marido de Carmen Martínez Bordíu ha compartido ya alguna que otra imagen desde su cama del hospital y ha revelado quién está siendo su "profesora" en estos momentos: su hija Martina.
© josecampos3375La pequeña, que ha estado a su lado, es fruto de la relación del cántabro con Marián Sousa, con la que se casó en junio 2014 por sorpresa. Y es que la propia novia, que por aquel entonces estaba embarazada de seis meses, no sabía que acudiría a su propia boda. Así lo recogió la revista ¡HOLA! en sus páginas. Fue José Campos el encargado de organizar hasta el más mínimo detalle de una ceremonia nada convencional a la que acudieron 200 invitados vestidos de blanco.
Dos meses después del 'sí, quiero', llegaba al mundo la pequeña Martina, llenando de felicidad a sus padres. Ambos sabían que esperaban una niña y como tal se lo confirmaron a ¡HOLA! poco antes de jurarse amor eterno. "Era lo que los dos deseábamos. A veces los sueños se cumplen y, si esto es un sueño, espero no despertar jamás. En Marián he encontrado la mujer de mi vida", confesaba en aquel momento el empresario cántabro. En septiembre de ese mismo año, el matrimonio presentó a su recién nacida en nuestras páginas mostrando que eran la viva imagen de la felicidad y que estaban entusiasmados con la etapa que acababan de iniciar.
