El marqués de Griñón falleció el viernes, a los ochenta y tres años, tras luchar durante una semana contra el coronavirus. Durante los días en los que estuvo ingresado mantuvo conversaciones telefónicas casi hasta el final con Esther Doña, su mujer, con quien bromeaba diciendo que las enfermeras lo cuidaban como a un marqués. En las páginas de la revista ¡HOLA! de esta semana, a la venta ya en tu quiosco habitual, podrás encontrar la vida de leyenda del aristócrata y su valiente última batalla: se sometió voluntariamente a un tratamiento experimental para acabar con el virus.
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La cuarta esposa del marqués se convirtió en su último gran amor. La presentación oficial de Esther Doña como pareja de Carlos Falcó llegó en marzo de 2016, cuando acudieron a la XXVII edición del Premio Loewe de Poesía. En el verano de 2017 decidieron jurarse amor eterno y sellaron su relación en una íntima ceremonia que se celebró en los jardines del Palacio El Rincón, una de las propiedades del marqués de Griñón. Fue una boda secreta a la que solo asistieron cinco personas: los novios, los dos testigos y el oficiante. Ninguno de los dos había desvelado anteriormente sus planes a nadie y solo dieron a conocer a sus íntimos la noticia antes de poner rumbo a su luna de miel, en África.
Carlos Falcó se casó cuatro veces, era padre de cinco hijos, poseía castillos y viñedos y producía el mejor aceite de oliva virgen extra del mundo. En las páginas del número de esta semana podrás leer además la emotiva despedida de su hija Tamara: "Te quiero y eres el mejor padre que jamás podría desear". La revista ¡HOLA! de esta semana está a la venta ya en tu quiosco habitual.