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Los programas de televisión se han visto obligados, en su gran mayoría, a modificar su formato: nada de público y presentadores que ejercen de maestros de ceremonias desde el salón de su casa o, en el mejor de los casos, en un plató con contados invitados y separados por una considerable distancia de seguridad. Es lo que ocurría este martes en El Hormiguero. Pablo Motos, en su intento por hacer más ameno el confinamiento a los espectadores, aprovechaba además para compartir su receta de la felicidad: escribir todas las noches cinco cosas buenas vividas a lo largo del día. Minutos después, daba la bienvenida a uno de los invitados de la noche que, desde su casa, revelaba cómo estaba viviendo el aislamiento en su casa.
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Ese no era otro que Antonio Banderas. El actor confesaba al presentador que se encontraba separado de su pareja, Nicole Kimpel, dado que el estado de alarma le había pillado en Madrid, donde llevaba tres semanas rodando una película con Penélope Cruz -aunque pudo trasladarse inmediatamente hasta su casa de Málaga-, mientras que la empresaria alemana quedó confinada en Ginebra. No está sola, eso sí, pues allí le acompañan su hermana Bárbara y su padre.
En estos días de cuarentena, Antonio Banderas ha aprovechado para dedicarse a las labores del hogar, tal y como reconocía a Pablo Motos. "He fregado la cocina, he puesto lavadoras y he hecho comidas, que no se me da mal, sobre todo el arroz. Estoy como un auténtico Robinson Crusoe", bromeaba al respecto el intérprete malagueño, que no dejaba sin embargo de mostrar su preocupación ante la situación actual y lo que él calificaba no solo de pandemia de salud, sino también "económica". Las dos le preocupan, en primer lugar porque es una persona considerada de riesgo, dado que en 2017 sufría un ataque al corazón, pero además porque da trabajo a numerosas personas con su compañía, teatro y restaurantes.
¿Está o no arruinado? Antonio Banderas zanja la polémica
Tras la visita virtual de Banderas a El Hormiguero, les tocaba el turno a Pilar Rubio -colaboradora habitual- y Sergio Ramos. Ambos, desde el sofá de su casa, conectaban con Pablo Motos para contarle cómo llevaban el confinamiento. Entre otras cosas, desvelaban por ejemplo que, de sus tres hijos, al que más le cuesta conciliar el sueño es al mayor, a Sergio Jr. El matrimonio explicaba además que había intentado explicarles a los pequeños la situación tan complicada por la que atraviesa no solo nuestro país, sino el resto del mundo, pero que, por edad, el que mejor lo comprendía era el primogénito. Pilar Rubio aprovechaba para enviar un mensaje de tranquilidad y confianza a todas las mujeres que, como ella, se encuentran embarazadas, y su marido reconocía que, aunque no había competiciones deportivas, los futbolistas estaban siguiendo una rutina estricta de ejercicio y alimentación.