James Middleton y Alizée Thimothet tenían ya todo previsto para darse el 'sí quiero' este verano, pero la actual situación de crisis ha hecho que la pareja reconsidere sus planes ante el paréntesis en los preparativos que se ven obligados a hacer y la incertidumbre sobre la duración de esta situación excepcional. La pareja ha confirmado que al Daily Mail que su boda queda cancelada hasta nuevo aviso ya que no les parece "práctico" seguir adelante con sus planes, a pesar de que todos los invitados estaban "encantados de asistir".
Aunque las circunstancias han obligado a tomar esta difícil decisión, la decisión de contraer matrimonio del hermano de la duquesa de Cambridge y la financiera francesa sigue siendo firme, por lo que se espera que lo primero que hagan cuando la alarma sanitaria quede atrás sea fijar una nueva fecha para su enlace. Días después de anunciar su compromiso, James expresaba su ilusión en unas declaraciones a Vanity Fair: "Estamos en la fase de antes de empezar a planear todo, la de disfrutar simplemente del proceso, del viaje que vamos a emprender juntos como equipo".
En esa misma entrevista, el cuñado de Guillermo de Inglaterra desvelaba algunos de los detalles del enlace cómo el destacado papel que tendrían sus perros, Ella, Zulu, Inka, Luna y Mabel. Aunque aún estaba por definir la función de sus mascotas, aseguraba que "serán una de las claves de ese día", que esperaban celebrar con una ceremonia "lo más privada posible". Sus perros son mucho más que animales de compañia para el novio, ya que en más de una ocasión ha revelado que han sido fundamentales para superar la depresión que padecía.
Alguno de sus canes también ha sido celestina involuntaria de la pareja. James, de 32 años, y Alizee, de 29 se conocieron hace más de un año en un bar de South Kensington (Londres) cuando ella comenzó a hablar con una de las perritas del benajamín de los Middleton, pero su relación no salió a la luz pública hasta Año Nuevo, cuando fueron fotografiados besándose en San Bartolomé. La historia de amor transcurrió con una gran discreción hasta que en octubre, el hermano de Kate Middleton confirmaba su compromiso con un escueto y elocuente mensaje: "Ella ha dicho sí", junto a un corazón.