No todo va a ser pescar, hacer fuego y buscar frutos en Supervivientes 2020. Las actividades para ocupar el tiempo son importantes en la convivencia y eso lo sabe el equipo de los siervos, que montaron un spa en un enclave de ensueño, aprovechando las últimas horas del día. Bajo la batuta de Elena Rodríguez, que hacía las veces de gerente, parte del grupo compartió una tarde de relax donde la madre de Adara y José Antonio Avilés fueron los improvisados masajistas. Como clientes, Rocío Flores y Albert Barranco que, gracias a las manos 'sanadoras' de sus compañeros, disfrutaron de una auténtica sesión de belleza en la que la hija de Antonio David fue la encargada de poner la banda sonora. La actividad les gustó tanto, que el extronista llegó a pedir alargar su turno.
© MediasetAnte la petición de Barranco, Elena se mostró implacable, por lo que les instó a volver al día siguiente con la excusa de tener un aluvión de clientes, sumado a que la puesta de sol ya les dejaba sin luz para poder continuar. Mientras que la nieta de Rocío Jurado cantaba tumbada boca abajo en la arena mientras recibía su masaje de manos de su compañera, el extronista se liberaba del estrés gracias a un peeling realizado por el colaborador de Viva la vida. Como si de un auténtico profesional se tratara, el cordobés descargó los hombros del superviviente deslizando sus dedos gracias a la crema protectora que usó a modo de aceite. Aunque el robinson ya había sido atendido en este peculiar spa por la exsuegra de Hugo, fue este segundo masaje el que más le gustó. Así que, para no ponerle fin a su cita y para deleite del comunicador, solicitó que este le diera uno en las manos para suavizar la piel después de cuatro semanas lidiando con arena, salitre del mar y con rozaduras provocadas por coger palos y madera para hacer fuego.
© MediasetPor unas horas los siervos convirtieron la playa en un remanso de paz que nada tiene que ver con los numerosos momentos de tensión vividos a lo largo del mes que ha transcurrido desde el comienzo de Supervivientes 2020. La convivencia es difícil y más cuando las condiciones no propician precisamente que la experiencia sea la mejor. Pero Elena, José Antonio Avilés, Barranco y Rocío Flores, han encontrado el equilibrio gracias a este spa tan original al que no le faltaba detalle: gerente, masajista, clientela y el sonido relajante por antonomasia de las olas del mar. Todo beneficios para afrontar los próximos días con optimismo y de la mejor manera posible.
