La vida de Hugo Sierra ha dado un giro de 180 grados desde que su expareja, Adara Molinero, entró a Gran Hermano VIP 7. Pero sin duda, el ganador de GH Revolution se ha convertido en uno de los concursantes que más ha dado de qué hablar en esta nueva y más dura edición de Supervivientes. Esta semana, el que fuese yerno de Elena Rodríguez ha formado parte del grupo de los mortales y, durante un momento de descanso, su compañero Cristian Suescun le ha preguntado cómo vivió la relación de su exnovia con Gianmarco Onestini en el reality que ganó la madre de su hijo.
"La conocí a través de las redes sociales porque ella me había apoyado en mi momento", comenzó a explicar el superviviente. "Fue muy duro, el tonteo ese que se podía haber ahorrado... Los primeros días lo quise ver con mis propios ojos sin evitar nada, sin dormir, hasta que dije 'hasta aquí'. Le deseo lo mejor, que sea muy feliz y yo lo mismo", confesó sobre los delicados momentos que vivió durante las últimas semanas de GH VIP 7, cuando la modelo exolicó en televisión que su relación no era tan idílica como daban a entender.
"Hay mucha hipocresía en la televisión y mucha gente que lo hace a escondidas. Yo no la aplaudo por lo que hizo, pero al menos tuvo la valentía de hacerlo delante de mí para que me enterase". Después de este duro golpe, Hugo dejó de ser el defensor en los platós de la madre de su hijo. Finalmente, fue Elena Rodríguez, madre de la modelo y, además, compañera en Honduras del supervivientes, quien tomó el testigo para defender a su hija en television.
Después de la polémica, Hugo Sierra aterrizó en Honduras con el corazón roto, pero parece ser que ha encontrado de nuevo el amor junto a Ivana Icardi, expareja de Gianmarco Onestini, y ha asegurado a sus compañeros encontrarse en su mejor momento y haber superado completamente aquella dolorosa etapa: "Yo estoy de maravilla. Quería encontrar una chica de mi estilo y la petición no ha ido mal". Sin embargo, la relación entre ambos supervivientes ha revolucionado los Cayos Cochinos y no ha dejado indiferente a nadie, tanto dentro como fuera del reality. A pesar de las críticas y sin saber qué les deparará el futuro, los concursantes han continuado con su idilio amoroso y se han convertido en el pilar fundamental en el que apoyarse mutuamente durante su paso por el concurso.