Que Belén Esteban es parte fundamental de Sálvame es algo innegable. La colaboradora, al igual que la mayoría del país, se encuentra en cuarentena por la crisis del coronavirus. Además, ella es especialmente sensible al contagio, ya que tiene doble riesgo. Por un lado padece diabetes, lo de por sí la incluye en la lista roja, y, por otro, la profesión de su marido, Miguel, es la de conductor de ambulancia. Él tiene así mayores probabilidades de estar en contacto con el virus. Aunque la situación no es agradable, Esteban ha intervenido en su programa para contar cómo está pasando estos extraños días: "Tengo que tener mucho cuidado, no tengo miedo, pero estoy un poco inquieta". Lo ha dicho a través de una conexión vía Skype, desde el salón de su casa. No es la única colaboradora que se encuentra confinada en su hogar, lo mismo le sucede a Lydia Lozano, que ha experimentado síntomas similares a los del coronavirus en los pasados días.
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Aunque en numerosas ocasiones ha reconocido que su sueño es abandonar algún día la televisión, Belén Esteban no ha podido evitar emocionarse al extrañar su programa diario: "Es la primera vez que he llorado por no ir a trabajar". El motivo de esta estricta cuarentena de Belén Esteban se debe a la insistencia de su médico personal. "Mi endocrino me ha dicho que no salga para nada, para nada, porque al tener azúcar soy de alto riesgo. Encima mi marido Miguel trabaja en el sector sanitario tengo que tener mucho cuidado", ha declarado la colaboradora. Por suerte, los hospitales donde trabaja su pareja llevan un protocolo de higiene máximo, por lo que no debe de tomar medidas en su propia casa. Su día a día lo decica al hogar, recoger armarios, organización de prendas... Pero lo primero de todo es hablar por teléfono con su madre, a la que no puede ver por la crisis del coronavirus y que vive sola en Benidorm.
Aunque entiende que haya gente que no se crea el por qué extraña tanto su trabajo diario en Sálvame, ha sido muy franca: "Yo tenía mi rutina, llegaba a la 1, me preparaba mi comida, me iba a mi trabajo hasta las 9 menos cuarto de la noche". Esta crisis sanitaria llega poco después de que Belén Esteban haya tomado posesión de la que fuera la casa de Toño Sanchís, la cual se encontraba en pésimas condiciones.
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