Desde que nació, la televisión no dejado de inquietar a su propia parroquia. Las primeras miradas torvas vinieron de la radio y el cine. Ahora, las cejas arqueadas proceden de los resultados que arrojan las redes sociales. La última palabra sobre la ficción siempre la ha tenido el público, pero los ejecutivos no siempre han sabido interpretar los datos. Y mucho menos los gustos de las redes sociales, que en la última década han lanzado a la estratosfera a personajes muy menores de las grandes series, personajes casi marginales, pero que se han impuesto de manera avasalladora e incontestable. ¿Cómo es posible que entre la veterana audiencia de Amar es para siempre haya surgido #Luimelia, la pareja formada por Luisita y Amelia en la España de 1977 haya superado en Twitter las menciones de la propia serie?
Atresmedia ha sido puntera en buen olfato y reflejos. No pasaron por alto los 40 millones de menciones en redes en la temporada 2018-19 y ha entregado a sus fans la webserie #Luimelia de capítulos de 8 minutos que sitúa la historia de amor entre Luisita y Amelia en el glorioso petardeo de 2020.
Es fácil reconocer los hitos cuando ya están clavados en la carretera. En 2017, Paquita Salas, la serie de Javier Ambrossi y Javier Calvo emitida en Flooxer, consiguió tres Premios Feroz en la categoría de mejor serie de comedia, actriz de reparto para Belén Cuesta y actor protagonista para Brays Efe, que gritó ebrio de felicidad contra la gordofobia y los estereotipos que constriñen a la ficción y a la sociedad española. Las redes también vivieron en aquella noche de enero el vendaval irreverente de los Javis y sus míticas fiestas, a las que parecía que todos estábamos invitados. Los Javis han sido los sumos sacerdotes en la integración de ficción y redes. Son la vanguardia de creadores que ha insertado sus perfiles sociales en la propia narrativa de sus productos. Esperamos su nueva serie sobre La Veneno con ansiedad. Y no solo por la serie en sí, sino por la respuesta e interpretación que se haga de ella desde las pantallas de los imprevisibles móviles.
Los Feroz también son unos galardones inesperados y con mucho Instagram en su ADN. Nacieron en 2014 con la formación de la Asociación de Informadores Cinematográficos de España (AICE), un grupo formado en la actualidad por 230 periodistas donde abundan los medios digitales y que siguiendo el ejemplo de los globos de Oro – copiándoles directamente- hemos incluido las series como ficciones a la altura del cine desde su cuarta edición.
Las ‘cayetaners’, las fans del personaje de Irene Larra de El Ministerio del Tiempo - también ganadora del Feroz 2017- forman parte de esa ola de conexión instantánea entre series y redes. Las series del siglo XXI vienen asociadas a los fenómenos transmedia con los que hubiera soñado David Lynch en los tiempos de Twin Peaks. Los podcast y las narrativas paralelas completan las ficciones y proyectan la complejidad de una audiencia llena de pasión.