Joshua, Margarita, David, la Brava y Begoña se convertían en semifinalistas de Maestros de la costura tras una noche llena de emociones en la que Borja ha sido el expulsado. La octava gala del talent ha transcurrido con los sentimientos a flor de piel por la inesperada visita de los familiares de los aprendices al taller. Todos han tenido que coser para un sus seres queridos, aunque sin saber que era para ellos. Uno a uno se han ido probando las prendas que habían confeccionado y han ido reencontrándose con sus padres y hermanos, uno de los momentos más bonitos del programa que provocaba que Raquel Sánchez Silva y todos los miembros del jurado se emocionaran. El reencuentro entre David y su padre hacía que las lágrimas recorrieran los rostros del equipo: "¿Pero qué pensabas, que no iba a venir?", preguntaba el patriarca mientras abrazaba a su hijo. El aprendiz rompía a llorar de felicidad ante un padre muy orgulloso: "Esto es tan importante para él, que para mí también lo es".
"David dijo en el primer programa que solo quería llegar a la final para que tú vinieras a visitarle", explicaba la presentadora mientras Palomo Spain y María Escoté limpiaban sus ojos llorosos. "Me enorgullece escuchar eso", respondía el invitado. Lágrimas pero también tensión, pues parece que no hay programa sin enfado de Lorenzo Caprile. Después de 8 galas, los concursantes siguen sacando lo peor del diseñador con sus decisiones. En esta ocasión era durante la prueba por equipos en la que ya avisaba que "sus diseños tenían que estar perfectamente porque estaba harto de chapuzas". Palomo intentaba tranquilizar a su compañero de jurado diciéndole que no se enfadara, pero él estaba dolido con el resultado: "Sí que me enfado porque la prueba con los familiares fue de vergüenza". Entonces se producía un pequeño encontronazo entre ambos, Spain se lo quería tomar a broma, pero Lorenzo estaba muy enfadado: "Como maestros no nos lo podemos tomar a broma. Es la mejor promoción, pero también la que menos piensa", explicaba.
Tras una prueba caótica, el jurado abría una puerta a la salvación: los integrantes de cada equipo podían salvar a uno de sus miembros. Tras una deliberación breve pero intensa, La Brava se convertía en la primera semifinalista después de una decisión egoísta que la hizo sentirse muy mal; y Joshua, Margarita y Borja se enfrentaban a la prueba de expulsión junto con Begoña y David por no ponerse de acuerdo. Los aprendices tenían que realizar una prenda con las tendencias más actuales y con los consejos del estilista Miguel Cervera. Para sopresa de muchos, Joshua quedaba entre los dos peores junto con Borja, que finalmente era el escogido por el jurado para abandonar los talleres de costura de TVE.