Bea Retamal salió expulsada de Supervivientes el pasado jueves y, a su regreso a España, le esperaba el mayor anhelo que ha tenido a lo largo de las tres semanas que ha durado su participación en el programa. Durante los últimos días de estancia en Honduras, la ganadora de Gran Hermano 17 solo pensaba en darse un capricho y degustar una de sus comidas favoritas. Al saber que abandonaba el reality su primer deseo fue ese: disfrutar de este manjar en cuanto llegara a España. "¡Estoy muy contenta, quiero una hamburguesa!", decía. Y sus deseos se cumplieron después de pisar territorio nacional. Jorge Javier Vázquez la recibió anoche en el plató, en la que se convirtió en una 'gala gourmet' con su anhelada recompensa: "Bea, tus deseos son órdenes", decía el presentador entregándole un paquete.
"Esto es lo mejor de la vida", decía emocionada la exconcursante mientras abría la caja con su esperada cena. "Tú come mientras nos cuentas", le comentaba el presentador al tiempo que daba paso a las imágenes que resumían su paso por el concurso. Así fue como los telespectadores fueron testigos del banquete que se daba la primera expulsada de Supervivientes, mientras veía cómo había transcurrido su participación en esta edición del programa, calificada de 'extrema'. Su salto desde el helicóptero, la actitud para sobrevivir y, por supuesto, los conflictos con algunos de sus compañeros pasaban ante sus ojos entre bocado y bocado. La peluquera valenciana explicó después cómo había vivido ella su estancia en Honduras, donde ha protagonizado momentos divertidos, complicados e, incluso, emocionantes.
"Estoy súperfeliz de lo que he hecho", aseguraba Beatriz. Pero reconocía que lo más complicado para ella había sido superar sus miedos. Entre estos se encuentran los bichos o estar rodeada de mar. "No he sido capaz de meterme debajo del agua. Me arrepiento, pero me voy a ir a Cuba a ver si soy capaz de meterme a ver peces", le contaba a Jorge Javier, que no podía reprimir su risa ante la ocurrencia de la participante, después de haber estado casi un mes en Supervivientes 2020. Aunque la falta de la comida ha marcado su concurso, la generosidad de Beatriz junto con la de Elena Rodríguez, marcó uno de los momentos destacados del programa, cuando las dos renunciaron a compartir una tortilla de patata para que el resto de su grupo tuviera su propia recompensa. Un gesto que terminó con Bea entre lágrimas y provocando un nuevo conflicto entre ella y Antonio Pavón.