Ana María Aldón y Alejandro Reyes eran los dos supervivientes elegidos por la audiencia para irse a Playa Desvalida. Allí, se volvían a enfrentar al televoto contra Antonio Pavón, Yiya y Vicky Larraz. Jorge Javier Vázquez comunicaba tras unos minutos que Alejandro, hijo de Ivonne Reyes y Pepe Navarro, se convertía en el segundo expulsado oficial del reality tras Bea Retamal, primera expulsada del programa. Además, después de una semana donde todos los participantes han sufrido las inclemencias climáticas y las tensiones que han hecho la conviviencia casi insufrible, Rocío Flores, como líder de los siervos, debía desempatar las nominaciones del grupo y decidía que Ivana y Fani fueran las propuestas para abandonar Honduras la semana que viene. En el grupo de los mortales, Cristian era el elegido por el grupo y Ferre escogía a Hugo Sierra para que fuera el siguiente expulsado.
El juego de rango ha hecho que que los participantes tuvieran que reptar por un recorrido, mientras arrastraban una pelota hacia la meta con la cabeza durante unos minutos que se hacían interminables. Según el tiempo que hubieran hecho cada uno, serían de un grupo u otro. Barranco se convertía en el nuevo dios de la isla dejando a Ferre como líder de los mortales, equipo que se formaba además con Hugo, Jorge, Cristian y Nyno. Por el contrario, en el de los siervos se quedaban Ivana, Elena, Fani, Avilés y de líder (elegida por el dios), Rocío Flores. Durante esta semana, la hija de Antonio David Flores se saltaba las normas al hablar con la otra parte de la playa y discutir con Fani, por lo que la audiencia decidía que la sanción de ambas concursantes fuera que estuvieran atadas hasta el domingo y convivieran estos días sin separarse ni un momento.
- Descubrimos todos los secretos de belleza de Lara Álvarez en 'Supervivientes'
- Ana María Aldón y Rocío Flores hacen las paces entre lágrimas en 'Supervivientes'
Bea llegaba al plató y se sorprendía de que hubiera poco público y de que no estuvieran recibiéndola todas las personas que ella quería y esperaba. Jorge Javier le explicaba que, aunque más adelante le comentarían todo bien, "el país está pasando por una situación delicada por el coronavirus", algo que dejaba asombrada a la concursante. Para quitar hierro al asunto, la obsesión de la exgrahermana durante su participación en el reality era comerse una hamburguesa, así que la producción de Supervivientes la recibía con un menú para que se lo comiera en directo. Además, ante lo ocurrido con esta enfermedad, Jorge también mandaba ánimos a todos los espectadores del programa: "Un beso muy fuerte y todo mi cariño a todos los que se están viendo afectados por el virus. Ojalá todo esto pase pronto y recuperemos la normalidad. Nosotros estaremos aquí para pasar este trago lo antes posible".