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Hace apenas un mes que se ponía en marcha Supervivientes 2020, un tiempo suficiente para que los robinsones hayan sufrido las consecuencias más negativas de la aventura en Honduras. Como ocurre en todas las ediciones, a cada superviviente ls está afectando de una forma distinta la falta de recursos y el exceso de ejercicio físico en condiciones extremas. Uno de los cambios físicos más pronunciados y que más está llamando la atención de los seguidores del programa es el experimentado por Hugo Sierra. El exnovio de Adara Molinero aterrizó en los Cayos Cochinos con un cuerpo tonificado y un físico envidiable, fruto de largas horas en el gimnasio. Sin embargo, con el paso de los días, el concursante está perdiendo buena parte de su masa muscular y, debido a la escasez de alimentos, se le están comenzado a marcar los huesos. La transformación del uruguayo también es evidente en su rostro, visiblemente más afilado y parcialmente cubierto por una densa barba.
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A otro de los 'chicos de gimnasio' al que se le empieza a notar la falta de comida es a Albert Barranco. El extronista de Mujeres y hombres y viceversa está comprobando cómo pierde músculo a pasos agigantados. Las partes en las que más se está notando este cambio físico del mecánico son los brazos, mucho más afinados que cuando comenzó el reality, además el torso, del que han desaparecido las marcas de abdominales, y la cara.
Entre las chicas, la concursante que más está llamando la atención por su cambio físico es Elena Rodríguez. La madre de Adara Molinero es una gran aficionada al deporte y se atreve hasta con las competiciones de triatlón. La superviviente tiene una constitución delgada, pero está bajando rápidamente de peso en la isla y ha ido perdiendo parte de su buena condición física. Lo más impactante de la nueva imagen de la madre de la ganadora de GH VIP 7 es el rostro, que luce extremadamente delgado.
Al contrario que estos concursantes, otros habitantes de los Cayos Cochinos apenas han cambiado desde que comenzara la aventura. Es el caso de José Antonio Avilés y Rocío Flores, que han perdido algo de peso, pero no demasiado. No obstante, las duras condiciones de esta edición están haciendo mella en todos los participantes. Incluso en Bea Retamal, la primera expulsada del programa. En tan solo dos semanas, la ganadora de GH 17 perdió 3,8 kilos y se quedó sin palabras al ver su transformación en el espejo antes de abandonar definitivamente Honduras.