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Desde abril de 2019, Belén Esteban pasaba a ser la propietaria legal del chalé en el que había estado viviendo Toño Sanchís los últimos dos años. La nueva titularidad de la vivienda fue como resultado de la demanda que la colaboradora de Sálvame interpuso para reclamar a su exrepresentante el dinero que él le debía por trabajos no pagados que ella había realizado. Once meses después, y apurando hasta el máximo el plazo legal, él abandonaba finalmente la residencia. Minutos más tarde llegaba la Guardia Civil para comprobar que todo estaba en orden en los alrededores, mientras un cerrajero cambiaba la cerradura de la puerta principal. Tal y como comentó la colaboradora, el estado no era el que ella esperaba, pero mientras trabajaba en Sálvame este lunes 9 de marzo, su pensamiento ha cambiado respecto al otro día: "Debo decir que es bonita".
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Todos los seguidores del programa han podido verla saliendo de la vivienda y ella solo ha dicho en Sálvame que, por curioso que parezca, quien fuera su representante nunca le invitó a ir. "¿Estás encantada con la nueva casa?", preguntaba Jorge Javier Vázquez a Belén. "Sí", respondía entre rísas y de forma irónica la colaboradora. "Luego os lo cuento a todos, de verdad. Ahora no me apetece hablar de esto", comentaba intentando cambiar de tema. Pero la perseverancia de Mila Ximénez y el presentador hacían revelar lo encantada que está realmente con su nueva adquisición: "Es bonita. Lo digo de verdad. No quiero hablar más, pero los deteriorios ya tengo quien los arregle". La casa necesita arreglos y ella ha explicado que se va a encargar de hacerlo el marido de su amiga de toda la vida, Tina. "Nos va a salir muy bien de precio", añadía bromeando.
Eso sí, dejaba claro que no baraja mudarse de Paracuellos del Jarama, donde vive ahora: "Estoy súper feliz, me encanta el pueblo y me llevo bien con la gente". Por ahora no ha decidido nada, pero tras una obra que quiere realizar, "quizá sea una posibilidad", relataba el presentador. Anteriormente, la colaboradora había comentado que el estado de la casa no era el que ella creía que se iba a encontrar. Explicaba que estaba muy sucia, sin interruptores de la luz, ni enchufes, ni radiadores, con destrozos en el jardín y algunos detalles más que no quería continuar comentando. Tras dejar Toño Sanchis la vivienda, la jueza encargada del caso y los abogados de la colaboradora accedían para comprobar el estado del inmueble. Los desperfectos serán cuantificados para valorar si la entrega de la casa en esas condiciones puede tener consecuencias legales para su exrepresentante.
Toño Sanchís abandona su domicilio
