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El pasado 17 de febrero, Iker Casillas confirmó lo que ya era un secreto a voces días atrás: que iba a presentarse a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol cuando se convocaran las elecciones. "Juntos vamos a poner nuestra Federación a la altura del mejor fútbol del mundo: el de España", añadió entonces el portero junto al cartel de su candidatura, con el que hacía oficial su decisión y desvelaba, además, que su familia estaba cada vez más cerca de regresar a nuestro país después de cinco años residiendo en la ciudad portuguesa de Oporto.
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La decisión de Iker Casillas que podría cambiar su futuro profesional
Tres semanas después de aquel anuncio, el guardameta ha visto cómo un inconveniente podría complicar su vuelta a España. Y es que el Gobierno ha decidido adelantar las elecciones a la RFEF, algo que beneficia a su rival, Luis Rubiales. Iker Casillas se reunía este lunes durante aproximadamente una hora con la secretaria de Estado para el Deporte, Irene Lozano, con el fin de hacerle llegar su malestar ante el cambio de fechas. Según informa el diario Marca, el encuentro entre el de Navalacruz y la secretaria se había acordado antes de que se conociera este adelanto electoral.
Al parecer, Irene Lozano no ha tenido en cuenta el informe del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), que se rechazaba la solicitud de autorización de adelanto electoral al primer trimestre de 2020 (en un principio estaban previstas para el segundo trimestre). Se desaconsejaba así la petición de Rubiales al Gobierno para modificar las fechas, pero el TAD incidió, por segunda vez, en que no había necesidad ni justificación para hacerlo. Aún así, el Ejecutivo siguió adelante con su calendario, que todavía y a día de hoy es extraoficial.
En su encuentro con Lozano, Iker Casillas aprovechaba para trasladarle su malestar. "Todo ha ido bien, no me voy a retirar", eran las únicas palabras que pronunciaba el marido de Sara Carbonero. Por el momento, el exfutbolista también sigue adelante con sus planes y no parece que vaya a dejar que un inconveniente se lo impida. No es el primer revés que sufre el de Navalacruz en los últimos días. A principios de mes, la casa en la que reside con su mujer y sus dos hijos fue registrada por la Agencia Tributaria portuguesa, que investiga un presunto fraude fiscal relacionado con los derechos de imagen de los futbolistas. En aquel momento, como ahora, Iker Casillas se ha mostrado "absolutamente tranquilo".
Los cuatro años de Iker Casillas y Sara Carbonero en Oporto