Esta semana cumplía el plazo para que Toño Sanchís y su familia se marcharan de la residencia de Villanueva del Pardillo, en Madrid, donde vivían desde hace años. El que fuera representante de Belén Esteban llegaba al inmueble para rematar la recogida de sus cosas y, minutos más tarde, dejaba la llave puesta en la cerradura, evitando hacer declaraciones a la prensa.
Era el pasado mes de abril cuando Belén Esteban pasaba a ser la propietaria legal del chalé cuya titularidad recibió como resultado de la demanda que la colaboradora de televisión interpuso para reclamarle un dinero por trabajos no pagados que ella había realizado. Once meses después, y apurando hasta el máximo el plazo legal, él abandonaba finalmente la residencia.
Minutos más tarde llegaba la Guardia Civil para comprobar que todo estaba en orden en los alrededores, mientras un cerrajero cambiaba la cerradura de la puerta principal, por mandato de la propia Belén. Además, la Policía Local accedía a la vivienda junto a la jueza encargada del caso y los abogados de Belén Esteban para comprobar el estado del inmueble.
Tal y como ha comentado la colaboradora, el estado de la casa no era el que ella esperaba. Ha explicado que estaba muy sucia, sin interruptores de la luz, ni enchufes, ni radiadores, con destrozos en el jardín y algunos detalles más que no ha querido comentar. Los desperfectos serán cuantificados para valorar si la entrega de la vivienda en esas condiciones puede tener consecuencias legales para el exrepresentante de Belén Esteban.
Fue en diciembre de 2015 cuando se rompía la relación profesional entre la mujer de Miguel Marcos y su representante. El motivo de dicha ruptura fueron las supuestas irregularidades en las cuentas de la colaboradora, que él gestionaba. A pesar de que el enfrentamiento entre ellos ha sido muy intenso en los platós de televisión, ha sido la mujer de Toño Sanchís, Lorena Romero, quien ha tenido que hacer frente a las preguntas de los abogados, ya que la demanda se interpuso contra Lorant SL, la empresa de representación en la que Romero consta como administradora única.
Toño Sanchís abandona su domicilio