Isabel Pantoja ha comenzado su particular cuenta atrás. En solo unas horas, la tonadillera volverá a reencontrarse con su fiel público en el Wizink Center de Madrid, donde repasará los temas más emblemáticas de su carrera y también cantará por primera vez en directo su nuevo single, Enamórate, el avance de su próximo disco, cuyo lanzamiento está previsto para el próximo otoño. La artista volverá a actuar después de dos años de ausencia musical -su último concierto fue en Gran Canaria en 2018- en los que su vida ha dado un giro radical en todos los aspectos. Tanto en el terreno profesional como en el personal, la artista ha experimentado una serie de cambios que, a buen seguro, se verán reflejados la tarde de este viernes en su nuevo espectáculo, en el que pisará el escenario con fuerza, "responsabilidad" y cierto nerviosismo, la nueva Isabel.
No cabe duda de que estéticamente, la madre de Kiko Rivera e Isa Pantoja ha comenzado un nuevo capítulo marcado por el atrevimiento y la modernidad. La tonadillera podría aparecer ante su público con una estética rompedora y muy diferente a la que ha lucido hasta ahora, una imagen creada por el estilista Alberto Dugarte. Quizá apueste por melena rizada y maquillaje marcado, tal y como la vimos en la presentación de su último tema, cuando incluso fue comparada con Beyoncé. Además, en el Wizink Center podría mezclar tradición e innovación y contar con la compañía del grupo de drag queens con los que grabó el videoclip de Enamórate, en el que no lucía sus características batas de cola sino un elegante esmoquin negro de paillettes.
El inicio de una nueva era
El cambio físico de Isabel no solo pertenece a su faceta de artista sino también a su lado más personal. Ella siempre ha sido fiel a sus señas de identidad, pero su paso por Supervivientes el año pasado lo cambió todo, marcando un antes y un después. Durante una de las pruebas de recompensa que tuvieron lugar en la recta final del concurso, Maribel, como la llaman sus allegados, decía adiós a su larga melena. A pesar de que al principio dijo que ella no es "nada sin mi pelo", finalmente accedió y ella misma cogió una tijera para cortarse la coleta. Un gesto que fue solo el comienzo de una transformación física que empezó a dejar patente a su regreso de Honduras. En el plató, espectacular con diez kilos menos, apostaba por looks juveniles y llamativos.
Formar parte de uno de los concursos más extremos de la pequeña pantalla no solo fue un aprendizaje para ella sino que supuso un punto de inflexión en el físico de Isabel y también cambió por completo la imagen que proyecta al mundo. Su estancia en Honduras -donde estuvo conviviendo con sus compañeros hasta que diez días antes de la final tuvo que abandonar por problemas de salud- dejó ver a la persona que se encuentra detrás de la artista, conocer los valores que la definen, su espontaneidad, alegría, cercanía, sinceridad... Además, estando en los Cayos Cochinos habló de su paso por prisión y contó detalles hasta entonces desconocidos como que su amigo Juan Gabriel -fallecido en verano de 2016- quiso casarse con ella.
Su vuelta a la vida pública tras un retiro voluntario
Este regreso a la televisión hizo que Isabel retomara el contacto con los medios de comunicación, de los que llevaba un tiempo alejada. De hecho, poco antes de embarcarse en la aventura de Supervivientes, protagonizaba un excepcional reportaje para ¡HOLA! en el que hablaba de esta sorprendente participación. Cuando el concurso llegó a su fin, volvió a la vida pública e incluso se dejó ver en actos como una fiesta celebrada por Mediaset o la Casa ¡HOLA! . También celebró el 2 de agosto una gran fiesta de cumpleaños con sus familiares, amigos, compañeros y seguidores. Así, retomaba la tradición de soplar las velas en un multitudinario evento para el que abría nuevamente las puertas de Cantora, su refugio.
Esta andadura en la pequeña pantalla no ha hecho más que empezar. En solo unas semanas veremos a Isabel participando en Idol Kids, un concurso de jóvenes talentos presentado por Jesús Vázquez en el que ejercerá de jurado junto a otros representantes del mundo de la música: Edurne y Carlos Jean. En los avances que ha mostrado Mediaset hemos podido comprobar que Pantoja vivirá con intensidad cada gala y no esconderá sus sentimientos. Veremos risas, llantos y mucho arte en este programa con el que la cantante revivirá de alguna manera su infancia y sus comienzos en la copla. "A mi los niños me emocionan mucho. Los veo a los niños y me veo yo cuando era Pantojita. Cuando era pequeña, mi sueño era cantar, tenía un arte que para qué te cuento, yo hubiera sido la ídola de aquí", ha dicho.
La paz familiar
En su próximo concierto de Madrid, donde actuó por última vez en 2017, Isabel contará con el apoyo de muchos de sus allegados. Su hija Isa no podrá estar presente pero ha dejado claro que el motivo de su ausencia nada tiene que ver con que su exnovio y compañero de su madre en la isla, Omar Montes, esté invitado al espectáculo. No tarareará desde el Wizink Center las canciones de Pantoja por una importante razón: el pequeño Alberto celebra su sexto cumpleaños con sus amigos del colegio. La relación entre madre e hija atraviesa un buen momento y quizá el sábado se reúnan para brindar por el éxito de la tonadillera y para que pueda esta pueda ver a su nieto soplar las velas.
Tras unos meses convulsos en los que la joven ha estado distanciada de su madre y su hermano, la calma ha llegado a sus vidas y todo se ha solucionado. La joven estaba en Londres cuando falleció Mayte Vázquez, la madre de su cuñada, y nada más enterarse de la noticia cogió un vuelo para arropar a su familia en estos duros momentos. El apoyo que dio a Kiko e Irene Rosales en esos dolorosos momentos fue un gesto que el DJ ha tenido muy en cuenta y que le ha hecho olvidar los problemas con Isa. "Que mi hermana estuviese con nosotros durante el fallecimiento de mi suegra, para mí fue tan importante que se borró todo", aseguraba el DJ.
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Lo único que ensombrece ahora la felicidad de Isabel Pantoja es el debilitado estado de salud de su madre. Con 88 años, ha sufrido en los últimos meses diversas recaídas que le obligaron a estar ingresada unos días en octubre. De hecho, la cantante tuvo que hacer un parón en la grabación de Idol Kids para estar junto a su madre, a la que siempre ha estado muy unida. Y aunque ahora doña Ana se encuentra en casa descansando y tranquila, la propia artista desvelaba hace solo unas semanas que "está muy mal".
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