Habituarse rápidamente a las condiciones extremas de Honduras es la clave para resistir el máximo tiempo posible en Supervivientes 2020. Tras quince días de convivencia, los concursantes empiezan a realizar las tareas para sobrevivir: hacer fuego, construir una cabaña e intentar pescar para comer. Aunque por culpa de las últimas tormentas que han azotado el país, los participantes están teniendo algunos problemas para conseguir peces, ya que los mares continúan revueltos, algunos de ellos han decidido buscar alternativas para llevarse algo a la boca, como caracolas y lapas. Así pues, Barranco, Jorge, Fani y Rocío Flores han ido a buscar cualquier alimento comestible que hubiera entre las rocas: "¿Dónde vais?", preguntaba Cristian Suescun, dios de la isla. "A por caracolas", respondía la hija de Antonio David Flores. "No hombre, nos vamos de compras", bromeaba también la protagonista de La isla de las tentaciones.
Caminando entre las piedras, los concursantes se han parado en una zona en la que parecía haber muchos de estos moluscos, pero mientras Jorge buscaba desesperado lo que sería el alimento del día, sus compañeros se quedaban mirando sin hacer nada. Como 'buenos españoles', uno trabajaba y los otros tres estaban parados viendo cómo el superviviente continuaba buceando y quitando caracolas de entre las rocas. La generosidad del Guardia Civil hacía que explicara a cámara lo que habían 'conseguido entre todos': "Hemos hecho una recogida de caracolas que ha estado bastante bien, habremos cogido unas 35 o 40", comentaba. Fani lo llamaba "action man" tras su gran labor y ante la pasividad del resto de expedicionarios. Una vez terminaba la tarea, todos le aplaudían y le vitoreaban. "Bravo, bravo", exclamaba Flores.
El superviviente se ha convertido en un imprescindible en la isla para todos sus compañeros, sobre todo para Alejandro Reyes. El hijo de Ivonne Reyes no ganó la prueba y no pudo evitar derrumbarse, pero a su lado estuvo el guardia civil, que se ha convertido en su mayor apoyo y baluarte dentro de la isla. Jorge estuvo en todo momento a su lado, dando a Alejandro los mejores consejos de superación y motivación, como si de un coach o un hermano mayor se tratara. "Yo sé que lo que te duele es el orgullo y el amor propio, pero tú lo has intentado y hecho lo mejor que has podido. Esto es una carrera de fondo, no es un sprint. Y yo entiendo que te duele, pero tienes que convertir ese dolor en fuerza para la próxima prueba", relataba para consolarlo.