Las fuertes lluvias que han azotado los Cayos Cochinos han provocado que muchos animales salvajes bajen a la playa y se cuelen en el campamento de los supervivientes. El grupo de 'los mortales' ha sido el que se ha llevado el mayor susto, pues se han topado con una enorme serpiente reptando por los árboles, lo que ha desatado el pánico entre los robinsones. Ferre y Rocío Flores han sido los que más respeto han mostrado frente al reptil, que ha provocado comentarios y reacciones de todo tipo: "Yo no pienso dormir aquí esta noche", decía el exparticipante de Super Shore; "¡Qué asco, qué miedo!", añadía por su parte la nieta de Rocío Jurado.
"Que eso es una boa, ¡niño! ¡Que eso te pica y te mata!", se aventuraba a decir Fani determinando la especie del reptil, generando aún más miedo entre sus compañeros. "No. Creo que eso no hace nada", añadía más tarde tratando de calmar los ánimos. "Hemos visto serpientes, tarántulas, escorpiones, iguanas… ¡más que en un zoo!", bromeaba la protagonista indiscutible de la primera edición española de La isla de las tentaciones. "Te puede morder, pero no creo que sea letal. Si sin querer se acerca hasta la brasa… habrá que comerla. Es carne. No dará para mucho, pero carne es", añadía Jorge segundos después sin encontrar el apoyo de sus compañeros, que se negaron en rotundo a tomar carne del temido animal si se diera el caso.
"Me da muchísimo asco, de verdad, te lo prometo. He sentido asco, pavor. De todo un poco. Me muero", comentaba más tarde ante las cámaras Rocío. "Me dan pánico. Siempre me han dado muchísimo miedo porque, además, me han dicho que abren mucho la boca. Y a ver si me va a comer un pie, la mano o algo mientras esté durmiendo. Yo creo que hoy duermo fuera. Ahí, a la intemperie. Me da terror", afirmaba Jaime Ferrera, el primer gran pescador en Supervivientes 2020.
'Los mortales' no han sido los únicos en encontrar inconvenientes con la fauna autóctona de la isla de Honduras. En Playa Desvalida, Vicky Larraz y Yiya han sido 'invadidas' por las cucarachas: "¡Qué asco, yo ahí no duermo! Si esto salta a mi boca ya ceno", decía Yiya ante el gran tamaño de los insectos que correteaban sin control por su campamento. Por suerte para ellas, y a pesar de la desagradable visita de los nuevos inquilinos, también tuvieron buenas noticias: la llegada de un gran número de cangrejos de considerable tamaño, que capturaron y reservaron para darse un festín al día siguiente.