Como cada martes, Carlos Sobera ha llegado a Tierra de Nadie para mostrar cómo va la vida de los supervivientes en Honduras. Una de las necesidades más grandes que tienen los participantes del reality de Telecinco es conseguir fuego para poder cocinar y resguardarse del frío de la noche. Los siervos han intentado hacerlo, sin éxito, durante varias horas, y algunos de ellos recriminaban, sobre todo Ana María Aldón, a Antonio Pavón que era único que sabía cómo y no les estaba ayudando. De hecho, el participante continuaba con sus labores mientras Jose Antonio Avilés, Elena, Bea y la mujer de Ortega Cano intentaban, sin ningún resultado, frotar rápidamente uñas cañas para lograr una llama y conseguir este elemento tan necesario.
"No hacemos unión, no hacemos grupo. En este momento te necesitamos con nosotros para esto y tú no nos haces caso", aseguraba Ana María. "Lo siento, pero no voy a malgastar mi energía en algo que creo que no se debe hacer así", respondía el torero. "Además, mis compañeros no valoran nada, así que no", añadía. "En estos momentos hay que olvidarlo todo y ayudarnos. Ser grupo", volvía a intentarlo ella. Mientras tanto, Avilés se agarraba a Elena y Bea para continuar intentándolo, pero a todos les daba la risa con la postura en la que se ponía el periodista de Vida la vida. "Ay, José Antonio, qué sexy", le decía la madre Adara Molinero. En plató, los colaboradores se ponían del lado de Ana María y muchos aseguraban que Pavón no llevaba razón. "Lo que no me gusta de Pavón es que va de líder cuando no es líder", explicaba Nagore Robles. "Yo creo que se equivoca en las formas", contestaba Fabio, exconcursante del reality.
"Tiene formas de hablar que no son adecuadas, no hacen falta dos tíos para hacer fuego, hacen falta dos personas", recriminaba la presentadora sustituta de Mujeres, Hombres y Viceversa. Finalmente era Antonio Pavón el encargado de prender un pequeño trozo de madera en el grupo de los siervos. Tras un intento fallido por la noche, el torero conseguía su objetivo a plena luz del sol con ayuda de Alejandro Reyes. "Os prometo que me voy a quedar toda la noche cuidando el fuego por el esfuerzo titánico que habéis hecho", aseguraba Ana María Aldón. "Y yo contigo", añadía José Antonio Avilés. "Si es que en equipo las cosas salen bien", contestaba Bea. "Virgen Santísima, por el Espíritu Santo, por los clavos de Cristo", celebraba el diestro muy contento. En el grupo de los mortales ha sido Albert Barranco quien ha conseguido encender una pequeña llama con mucho esfuerzo y dedicación sin ninguna tensión y con el apoyo de todos sus compañeros.