María Teresa Campos ha regresado a la que fuera su casa, Telecinco. La presentadora ha sido entrevistada en Sálvame, donde participó como defensora de la audiencia, y horas antes se había reencontrado con Ana Rosa Quintana en su programa. Ha sido una jornada de intensas emociones puesto que ha reflexionado sobre los momentos más duros que ha atravesado, justo después de su ruptura con Edmundo Arrocet. "Luego hay que pasar cosas muy malas en la vida, ya las he pasado y a día de hoy todavía no las entiendo...", decía cuando su voz se ha quebrado, sin poder articular palabra y ganándose un merecido aplauso del público. "¿Qué me ha pasado?", se preguntaba antes de añadir que "no es el por qué sino el cómo… siempre ves alto, te despiertas…". Un intenso momento que le ha valido el cariño de Paz Padilla y del resto de colaboradores.
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La presentadora se ha secado las lágrimas con humor: "Bueno, que me parece muy bien que digan que tengo un novio aunque no lo tengo, porque estaba harta de que dijeran que era la cornuda de España". "Cuando mi pareja fue a Supervivientes me quisieron llevar pero lo único bueno que tuvo lo del ictus fue eso porque yo le tengo terror al helicóptero", decía entre risas, superando ese mal rato en directo.
Por la mañana y de la mano de Ana Rosa Quintana, ha visitado el magacine estrella de la cadena. Dos de las figuras más importantes de la historia de Mediaset se han reencontrado en una entrevista en El Programa de Ana Rosa. Preguntada por si recordaba cómo fue su primer día en los platós, María Teresa ha sido sincera: "Me acuerdo más del día que me fui de aquí". "El último día que estuve aquí, me fui sin querer irme, pero las cosas salieron así. Estaba tal mal que me levanté de la mesa del debate político para ir al baño porque tenía un dolor y un compañero me dijo que me había salido un herpes", aseguraba, antes de añadir que "todavía no consigo entender por qué me ha pasado esto".
"Siempre digo que me fui sin querer irme, porque realmente yo no me quería ir, pero las cosas se sucedieron de una manera que me fui", añadía María Teresa Campos, en un día donde las emociones han estado a flor de piel. Las preguntas sobre un posible regreso a la televisión han rondado la entrevista: "Tengo dos cosas que me gustan. Esta es una semana importante para eso. No me retiro, aunque comprendo que tengo edad para ello, pero a mí me llena mucho la vida tener algo que hacer. Me veo sentada en un sillón y aunque no salga, me da el coronavirus... Quiero una cosita que me guste y me ayude a pagar el alquiler". La charla también ha dado lugar a buenas palabras entre las dos presentadoras. "Te quiero, te admiro, te respeto y te agradezco que me hayas llamado", decía la invitada, antes de que Ana Rosa Quintana confesara que "te admiro, Teresa. Todos hemos aprendido de ti".
María Teresa Campos ha querido, además, mandar un mensaje sin aparente destinatario: "Me duele Málaga porque de Málaga soy yo, pero no solo es mía. A veces el corazón me duele". Unas palabras que coinciden con que su expareja, Edmundo Arrocet, se ha instalado en la Costa del Sol tras la ruptura. "Si me haces esa pregunta te voy a decir que no sé de quién me hablas. Tengo una casa estupenda en Málaga y quiero ir", sentenciaba con ironía.
Mientras María Teresa Campos derrocha humor con su 'cita a ciegas', Edmundo hace borrón y cuenta nueva