Los aprendices de Maestros de la costura se han tenido que enfrentar en la primera prueba a la moda deportiva, que en los años 80 y 90 se convirtió en icono de la época. Los jóvenes demandaban otros códigos y el rap y el hip hop dieron voz a una nueva forma de ver el mundo: inconformista y rebelde, pero cómoda. Los participantes debían confeccionar un look hip hop de dos piezas, tomando las medidas a su compañero de fila. Han contado con los consejos de Eduardo Navarrete, finalista de la primera edición del programa, y han podido conocer a la artista Lola Índigo, cantante y bailarina ganadora del MTV Europe Music Award a mejor artista española y todo un estandarte del streetwear. El mejor de la prueba, que ha sido Joshua, ha conseguido el mandil dorado, lo que le ha otorgado la inmunidad esta semana. Pero el concursante no se ha conformado solo con este premio y ha asegurado a todos que le encantaría invitar al diseñador a tomar algo.
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Eduardo iba visitando uno a uno a los aprendices para ver cómo iban sus confecciones. Le dio la mano a Joshua para despedirse mientras los jueces y Navarrete acudían a otro participante y los dos se decían, "encantado". Cuando llegaba la hora de la valoración, Eduardo quería bajar "para ver la creación de cerca". "¿A qué te dedicas tú?", preguntaba el exconcursante al aprendiz. "Soy auxiliar de enfermería", respondía él. El aspirante explicaba a cámara que cuando termine de grabar Maestros de la costura, "lo va a invitar a tomar algo".
En la prueba de exteriores viajaban a Inca (Mallorca) para colarse en el taller de Camper, la empresa zapatera más antigua y con más proyección internacional de España. Por primera vez en la historia del talent de costura y diseño de moda, los equipos tuvieron que diseñar y elaborar dos de los modelos más icónicos de la marca, aportando su toque personal siempre que respetara la esencia de cada modelo. Laura se convertía en jefa de taller gracias a la decisión de Caprile, ya que era la única que todavía no lo había sido hasta ahora. A pesar de sus esfuerzos por ganar el reto, su equipo perdía y tenía que ir a la prueba de eliminación junto con Margarita, Begoña y Borja. El jurado ha intentado impulsar y quitar prejuicios en la moda masculina con la ayuda de Alled Martínez, graduado en el prestigioso Central Saint Martins y galardonado con el premio LVMH Graduate Prize. Así, han tenido que realizar una chaqueta de punto de caballero a medida y, tras unas duras valoraciones, Laura se convertía en la última expulsada. "Gracias por valorar siempre mi esfuerzo", relataba al jurado muy emocionada y agradecida.