Como cada domingo, Jordi González llegaba al plató de Conexión Honduras para mostrar cómo los concursantes están pasando los días en Honduras. Pese haber estado resguardados de las duras tormetas que azotan el país, las discusiones entre ellos no han parado ni un solo segundo. Aunque la mayor parte del programa se ha centrado en Ana María Aldón y si tendría que haber apoyado o no a Rocío Flores por un enfrentamiento que había tenido con Antonio Pavón, el gran conflicto de la noche ha sido entre el torero y la madre de Adara Molinero. Los supervivientes no se soportan y, en esta ocasión, las complicadas condiciones en las que estaban viviendo por culpa de la lluvia y el frío hicieron que la tensión estallase entre los dos. Él salía de la cabaña donde estaban durmiendo y ella le preguntaba dónde iba. "¿Y a ti qué te importa?", respondía él. "¡No me importa nada, tú lo has dicho, pero es para que no me pisotees y dejes ya de entrar y salir", contestaba Elena muy enfadada mientras sus compañeros se reían.
Comenzaba entonces una fuerte discusión a gritos en la que ninguno dio su brazo a torcer. "Estás amargada. Tranquilízate, reina", le espetaba Pavón. "No, perdona, pero el que estás amargado eres tú. Llevas todo el día sin dirigirnos la palabra. ¡Amargado, amargado!", respondía ella. "Ni te la voy a dirigir. Amargada eres tú que eres insoportable. No puedo ni salir de la caseta porque tengo gases", explicaba el torero al resto de sus compañeros. Pero además, Bea, que también estaba dentro de la cabaña, se unía a Elena y le daba la razón: "Insoportable eres tú".
La madre de Adara se quejaba de que cada vez que salía de la caseta le estaba tirando tierra. "Es que no tengo alas, tengo que pasar andando como las personas. ¿Por dónde quieres que salga? no se puede. Estás amargada y discutes sola. Te quejas por todo", continuaba Pavón. Pero Elena no se calló y aprovechó también para dejarle muy clara su postura: "Se ha ido tu víctima y ahora tienes que coger otra. Tenías que discutir un ratito y vienes conmigo. Pero no te equivoques porque fuerza tengo para rabiar. ¿Te enteras? Tengo toda. Los que son como tú me los como con patatas. Y aquí el único que se quiere victimizar eres tú. Que te damos los buenos días y ni contestas. El que empieza a gritar siempre eres tú", sentenciaba ante el asombro de algunos compañeros de la otra playa que escuchaban todos los gritos. "Una vez le prendes la mecha, no para", decía Nyno refiriéndose a Elena.