Solo han pasado cinco días desde que los concursantes se lanzaran del helicóptero para dar comienzo a la aventura de Supervivientes 2020. Sin embargo, ha sido tiempo suficiente para que se hayan abierto numerosos frentes en Honduras. Primeras discusiones, protagonizadas especialmente por Juan Antonio Avilés, enfrentamientos en la convivencia, acercamientos amorosos y, por supuesto, nominaciones. Estefanía Carbajo, José Antonio Avilés, Yiya y Vicky Larraz eran las elegidos el pasado jueves por sus compañeros como posibles candidatos a abandonar el programa. Se trata de una nominación especialmente complicada, ya que serán dos los concursantes que tendrán que recoger sus pertenencias de los Cayos Cochinos y decir adiós al concurso. Antes de conocer definitivamente el nombre de los expulsados, los nominados se han sometido a la ceremonia de salvación en la que la audiencia ha hablado: Fani ha sido la favorita de los telespectadores y, por consiguiente, ha dejado de estar en la zona de peligro.
El mecanismo ha cambiado. Si en la anterior edición Lara Álvarez iba cortando las cuerdas para que los supervivientes no salvados cayeran al agua, este año los concursantes que siguen en peligro ven como cae sobre ellos una importante cantidad del ya mítico barro. "Vuestros compañeros y el líder de vuestro grupo os dejaron en la parrilla de salida nominándoos y poniéndoos en peligro de expulsión. Tengo que recordaros, supervivientes, que el próximo jueves la expulsión es doble. Dos de vosotros vais a abandonar la aventura. Esta ceremonia de salvación coge muchísima importancia, no solo porque podéis libraros de esa nominación y expulsión, sino que, además, podéis testar la opinión del público sobre vuestro concurso. Si os quieren o no", explicaba la presentadora antes de comenzar a cortar las cuerdas de los menos ‘queridos’ por la audiencia.
El colaborador de Viva la vida fue el primero en 'sufrir' el nuevo y desagradable funcionamiento de la ceremonia de salvación tras comprobar cómo el barro le caía encima. Después llegaba el turno de la cantante de Olé Olé y, por último, el de Yiya. La concursante de La isla de las tentaciones fue la única que no experimentó la 'lluvia de barro', tras lograr el apoyo del público y convertirse en la salvada de la expulsión. "¡Gracias, gracias, gracias! Gracias, estoy que no entro en mí", reconocía eufórica la novia de Christofer, quien celebró el triunfo abrazando emocionada a todos sus compañeros.