Finalmente el encuentro entre María Teresa Campos y Edmundo Arrocet no se ha producido. El chileno acudía este martes por la tarde a la casa de la presentadora para recoger todas sus pertenencias y realizar la pertinente mudanza definitiva, y lo hacía con total libertad y tranquilidad, pues la malagueña no se encontraba en ese momento en su domicilio. Por la mañana, abandonó la vivienda y, cuando su expareja acudió en compañía del camión de mudanza, ella todavía no había regresado -lo hizo un par de horas después-. Pero, ¿dónde ha estado durante todo este tiempo?
María Teresa Campos salió de su casa y puso rumbo a un conocido restaurante de Madrid, donde se encontró con una de sus mejores amigas, Meli Camacho, una de sus incondicionales, que no se ha separado de ella en esta difícil etapa que ha vivido después de su ruptura con el humorista y con la que coincidió en su etapa en el programa Qué tiempo tan feliz. Para la ocasión, la presentadora malagueña sorprendía con un cambio de estilismo: optaba por un peinado diferente, un traje de chaqueta y pantalón en color rosa palo y unos modernos botines blancos de tacón.
Las dos se dirigieron a La Giralda, una taberna andaluza situada en plena Milla de Oro de la capital que abrió sus puertas en 1994 y que cuenta con una decoración típicamente andaluza en la que predominan los motivos taurinos. En ella se sirven especialidades como salmorejo cordobés, huevos rotos, pescados a la plancha y al horno, arroces, carnes, piononos de Santa Fe, pescaíto frito, embutidos y marisco, aunque también pueden degustarse tapas variadas.
Durante su almuerzo, María Teresa Campos estuvo en todo momento muy pendiente de su teléfono móvil. También después de la comida, mientras disfrutaba de un paseo por las calles de Madrid junto a su amiga, la presentadora no dejó de mirar su reloj, tal vez a sabiendas de que a esa hora su expareja se encontraba en su residencia recogiendo todas sus cosas y cerrando y poniendo fin a una etapa -su historia de amor- después de cinco años. Una vez que llegó a su casa, atendió a los medios de comunicación que allí la esperaban. "Afortunadamente es un capítulo cerrado y deseo y espero que a partir de ahora no volváis a hablarme de este asunto", comentó al respecto.