Si hay algo de lo que dispone Thalía a raudales, además de talento, es de humor. La mexicana se lo muestra a sus seguidores a todas horas y es sin duda uno de los motivos por los que tiene tantos fans: es capaz de reírse de sí misma incluso en las situaciones más tensas. Algo así le ocurrió ayer, cuando recibió una fantástica tarta de dulce de leche decorada con elementos de los años 80 como el videojuego Pacman, un cubo de Rubick o un radiocasete. "Este pastel es todo, ¡me lo quiero comer ya!", dice emocionada la intérprete de No me acuerdo. Sin embargo, la emoción acaba siendo una mala consejera, y cuando Thalía se encuentra posando junto a la tarta... sufre un pequeño accidente doméstico. Por suerte es capaz de reírse de la situación y logra tranquilizar a sus seguidores mostrando que la herida no es grave.