Dos semanas después del fallecimiento de Kirk Douglas a los 103 años se han conocido las últimas voluntades del actor en referencia a su legado. La estrella de la época más dorada de Hollywood protagonizó hasta 75 películas, lo que le permitió dejar a sus allegados una fortuna estimada en 61 millones de dólares. Una elevada cifra que en su herencia ha dejado claro que no quiere repartir entre su familia sino que su deseo es destinarla a diferentes obras benéficas con las que colaboró activamente durante su vida. Según avanza Mirror, ha querido que 50 millones de su legado vayan a para a la Fundación Douglas que él mismo fundó junto a su mujer, Anne Buydens, y que tiene como objetivo "ayudar a aquellos que de otra manera no podrían ayudarse a sí mismos".
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Esta organización solidaria ayuda a diferentes causas. Por ejemplo, financia una beca para que los estudiantes más desfavorecidos puedan matricularse en la Universidad de St Lawrence, donde se formó el propio actor, ayuda al centro de infancia Kirk y Anne Douglas del que se encarga el Templo Sinaí de Westwood -la congregación judía conservadora más antigua y más grande de California-, colabora con el Children's Hospital Los Ángeles o promueve la cultura mediante el Kirk Douglas Theatre de Culver City, una antigua sala de cine que fue restaurada -gracias una donación de dos millones y medio que hizo él mismo -y ahora ofrece espectáculos en vivo y en directo. El protagonista de Espartaco fue un hombre muy solidario que ha hecho importantes donaciones para construir más de 400 parques infantiles o para ayudar a centros como el Instituto Northridge.
En 2015, cuando Kirk Douglas cumplió 99 años, demostró nuevamente la importancia que siempre tuvo para él la solidaridad y la filantropía puesto que pensó que la mejor celebración posible era ayudar a los demás. De este modo, entregó 14 millones de euros para que se construyera una casa de acogida para actores que padecen alzheimer. Además, no quiso que este centro llevase su nombre de su padre sino que pidió que fuese 'bautizado' como "el asilo de Harry", el nombre con el que tanto él como sus seis hermanas llamaban cariñosamente a su padre, Herschel Danielóvich.
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Kirk Douglas, que a lo largo de su trayectoria profesional ganó un Oscar honorífico, un Globo de Oro a mejor actor o la Concha de Plata en el festival de cine de San Sebastián entre otros reconocimientos, no ha dejado nada a su hijo Michael Douglas, quien no solo es el más mediático de los cuatro que tuvo sino que ha seguido sus pasos en el mundo de la interpretación. Tal y como informa el citado medio británico, el marido de Catherine Zeta-Jones no recibirá nada de la fortuna de su progenitor, del que siempre admiró su aportación a la filantropía. "Pasará a la historia como un filántropo que trabajó para ayudar al público y llevar la paz al planeta", dijo al anunciar el fallecimiento del actor.
"Para el mundo era una leyenda, un actor de la época dorada del cine que vivió hasta llegar a su propia edad de oro, una persona solidaria cuyo compromiso con la justicia y con las causas en las que creía ha dejado el listón muy alto para todos nosotros.Pero para mí y para mis hermanos, solo era papá. Para Catherine, un magnífico suegro, para sus nietos y bisnietos y cariñoso abuelo. Y para su mujer, Anne, un maravilloso marido", aseguraba. "La vida de Kirk fue bien vivida, deja un legado en las películas que durará durante generaciones", comentaba en su despedida Michael, que tenía una muy buena relación con su padre, tanto frente a las cámaras como en la vida privada.