Arantxa Sánchez Vicario es una de las leyendas más laureadas del deporte español. La extenista, triple ganadora de Roland Garros, ha sido una de las protagonistas del foro 'Cuatro décadas de Deporte en Democracia', que ha reunido en la Ciudad de la Raqueta de Madrid a otras estrellas vinculadas a este deporte como su hermano, Emilio Sánchez Vicario, Albert Costa, Anabel Medina y Miguel Díaz Román, presidente de la Real Federación Española de Tenis (RFET). La extenista vive actualmente una situación judicial bastante complicada en lo referente a la custodia y manutención de sus hijos desde que se hiciera efectivo su divorcio con Josep Santacana el pasado mes de marzo. No obstante, tal y como ha confirmado durante el coloquio, Arantxa regresa con más fuerza "después de haber estado apartada un tiempo por motivos familiares".
La catalana ha echado la vista atrás y ha asegurado que no se arrepiente de nada de su extensa carrera deportiva. La hermana de Emilio Sánchez Vicario ha rememorado con cariño uno de sus grandes hitos profesionales, la histórica final de Roland Garros que, en 1989, en la que se enfrentó a la alemana Steffi Graf cuando tan solo tenía 18 años. "Ahora que ha pasado tanto tiempo puedo recapacitar y decir que rompí barreras", explicaba la extenista, que ha marcado un antes y un después en la historia del deporte femenino. "Fui partido a partido, pasando rondas, y llegar a la final con Steffi ya era histórico. Llevaba dos años sin perder un partido. No podía dormir de los nervios de la final. Con 6-5 y un juego para ganar, recuerdo que me temblaba todo. Al ganar solté la raqueta y lloré. Era una niña y no fui consciente de lo conseguido hasta que tuve la Copa en mis manos".
La deportista, que ha confesado que se encuentra "relajada", quiere continuar apoyando al tenis femenino. "He vuelto con más fuerza después de haber estado apartada por temas familiares mucho tiempo", ha señalado Arantxa, que ha destacado la paridad que existe en el mundo del tenis. Tanto es así que ha señalado que es el "único deporte con igualdad de premios entre hombres y mujeres en ese sentido".
La tenista ha reaparecido en plena batalla judicial con Josep Santacana. Arantxa y el empresario se separaron en 2018, aunque el divorcio se hizo efectivo el pasado mes de marzo. El exmatrimonio tiene dos hijos en común, Arantxa, de 11 años, y Leo, de 8, y, en medio de todos estos frentes abiertos, la extenista se encuentra volcada en su papel de madre.