Desde que la pequeña Luna vino al mundo, en julio de 2018, Adriana Abenia está completamente centrada en su faceta de madre. La presentadora, que por el momento parece no tener intención de ampliar la familia, comparte a menudo confesiones y consejos acerca de la maternidad. Nada más dar la bienvenida a su hija, por ejemplo, publicó un reivindicativo mensaje dedicado a todas las que acababan de ser madres. "No entiendo esa absurda manía de presionarnos a las mujeres para que parezcamos perfectas nada más dar a luz", comentó entonces.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
En ocasiones, Adriana Abenia ha desvelado también lo duros que fueron los meses posteriores al nacimiento de Luna. "Incluso en mi caso, que llevo desde los 15 años con la misma persona, es difícil gestionar la falta de sueño. Yo decía 'me divorcio', porque está siendo realmente difícil superar estos primeros días. Esta semana, la presentadora ha vuelto a pronunciarse acerca de su pequeña y ha relatado un duro episodio que vivió hace un par de noches.
"Ayer a la una y media de la noche yo estaba viendo una serie de Netflix en la tele y, de repente, escucho a Luna llorar desconsoladamente. Me acerco a su habitación, porque la hemos sacado de nuestro cuarto hace aproximadamente tres semanas, y la veo que está golpeando los barrotes, rígida, chillando... No os podéis hacer una idea, pero no me escuchaba. Diez minutos así, yo casi llorando porque no pude mantener la calma, trataba de acariciarla, pero estaba fuera de sí. Y le dije a Sergio 'vámonos al hospital' porque no podía hacerme con ella. Me puse los pantalones corriendo y nos fuimos. Y cuando llevábamos tres minutos en el coche reaccionó, me sonrió como si no hubiese pasado nada. No recordaba el episodio y me di cuenta de que eran terrores nocturnos", explicaba Adriana Abenia en un vídeo que compartió con sus seguidores.
"Si os sucede, no es nada grave. Yo tenía miedo porque cuando era chiquitina tenía convulsiones febriles (...) y claro, vi a la niña así y no sabía si tenía algo físico o neurológico", proseguía la presentadora antes de aconsejar a todos los padres que, como no se trata de pesadillas comunes, lo último que hay que hacer es despertar a los pequeños cuando sufran uno de estos desagradables episodios.