Hoy el famoso restaurante madrileño Casa Lucio luce más triste que nunca. Su dueño, el empresario hostelero Lucio Blázquez, quien el pasado 13 de febrero cumplía 87 años, ha tenido que despedirse de su compañera de vida durante 59 años, su mujer, María del Carmen García, madre de sus tres hijos, María del Carmen, Fernando y Javier. Licenciados todos ellos en Derecho, decidieron seguir los pasos de su padre en el mundo de la hostelería abriendo tres restaurantes más con la misma filosofía de su progenitor, platos sencillos con materias de primera calidad.
Enamorado confeso de su mujer, este abulense, que en 2008 sufría una lipotimia que casi acaba con su vida, declaraba por aquel entonces en las páginas de ¡HOLA!: "Llevamos cuarenta y siete años casados y estamos tan enamorados como el primer día. Pobrecita, el susto que se llevó cuando perdí el conocimiento. La tuvieron que atender también a ella por una crisis nerviosa" Y es que cuando ocurrió el incidente, el matrimonio se encontraba veraneando en la playa de San Juan, uno de sus destinos preferidos para desconectar de la rutina. "Le vi entrar en el agua y luego un remolino de gente agolpándose donde él estaba y pensaba que no podía ser, que a Lucio no le podía haber pasado nada porque no se lo merecía. ¡Es tan buena persona! Pero vino un chico que nos suele vender agua en la playa y me lo confirmó. ¡Creí que me moría! Nunca pensé que seguía tan enamorada de mi marido y que le quería tanto. Ahora me he dado cuenta. El peor momento fue en el hospital, cuando se me acercó un médico y me preguntó: "¿Tiene algún familiar aquí?", y yo le dije: "No". Y me contestó: "Pues avíselos, porque está en estado crítico"" relataba María en nuestra revista.
El matrimonio, que iba camino de celebrar sus bodas de diamante, siempre ha sido muy discreto con su vida privada, a pesar de codearse en el restaurante con personalidades de diferentes rincones del mundo que no se han querido perder uno de los platos estrella de Casa Lucio, los huevos rotos. Desde el rey Juan Carlos al expresidente de Estados Unidos Bill Clinton pasando por Tom Cruise se han sentado en su "salón". Por ello, con la discreción por bandera, muy poco se sabe de la que fue el gran apoyo de este tabernero, como le gusta que le llamen, que llegó a Madrid procedente de Serranillos, Ávila, con doce años recién cumplidos. Lucio comenzó a trabajar en el centenario Mesón El Segoviano, situado en el Madrid de los Austrias, espacio que, posteriormente, reformaría, convirtiéndose, en 1974, en la actual Casa Lucio.
"Yo podía haberme separado 25 veces, pero me he sabido sujetar" confesaba en una ocasión Lucio, quien admitía que de todas las mujeres que han pasado por su restaurante, la que más le impresionó fue Jane Fonda. Ahora, tanto el popular hostelero como sus hijos lloran la pérdida de María como la llamaban familiarmente en casa.