,type=downsize)
Seis días de permiso dan mucho de sí. Y si no que se lo digan a Iñaki Urdangarin. El marido de la infanta Cristina está disfrutando del que es su segundo permiso penitenciario, una licencia que dio comienzo el pasado 14 de febrero, día de San Valentín. Uno de los últimos planes que ha realizado el exjugador de balonmano antes de regresar a la cárcel abulense de Brieva -donde cumple condena desde el 18 de junio de 2018- ha sido un almuerzo en familia que, a juzgar por las imágenes, ha transcurrido en clara armonía.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Iñaki Urdangarin se dejaba ver a la salida de un conocido restaurante de la localidad de Vitoria, lugar en el que ha permanecido desde que abandonara la prisión el viernes pasado en un vehículo conducido por su esposa. Lo hacía en compañía de esta, así como de otros familiares, entre los que se encontraba su madre, Claire Liebaert; su hija pequeña, Irene; algunos de sus hermanos y otros parientes cercanos que han estado arropándole durante todo este tiempo. Con ellos disfrutaba de una tranquila comida en The Bost, establecimiento especializado en productos naturales y de temporada.
El grupo pudo degustar alguno de los productos típicos de la cocina tradicional de este restaurante, en cuya carta figuran desde las ensaladas de bacalao, perdiz o pato hasta la merluza de anzuelo, el rodaballo al horno, el lomo de ciervo en su jugo y el lomo de bacalao sobre crema de garbanzos. Con una decoración actual e innovadora, revestida en madera de iroko laminada -proveniente de un árbol tropical- y una iluminación que aporta una atmósfera cálida y envolvente, el establecimiento, situado muy cerca del parque de La Florida, ofrece además una amplia selección de caldos para maridar con los diferentes platos.
Una vez terminado el almuerzo familiar, Iñaki Urdangarin abandonaba el restaurante y lo hacía seguido del resto de sus seres queridos, momento que aprovechaba la infanta Cristina para saludar a algunas de las personas que se encontraban a las puertas del local. Minutos después, el matrimonio se dirigía al coche junto a Claire Liebaert, que ocupaba el asiento del copiloto mientras su hijo se encargaba de arrancar el vehículo. Esta vez la hermana del rey Felipe no se sentó al volante, algo que sí sucedió el pasado viernes, cuando fue a recoger a su marido a la cárcel de Brieva, en Ávila.
Fue a última hora de la tarde del viernes cuando Iñaki Urdangarin dio comienzo a su segundo permiso penitenciario. El primero lo disfrutó durante el período navideño, aunque en aquella ocasión fueron cuatro los días de libertad -a diferencia de los seis de los que ha gozado esta vez-. En ambos casos ha sido Vitoria la ciudad elegida para hacerlo, dado que allí se encuentra gran parte de su familia. Tanto en diciembre como ahora, el marido de la infanta Cristina ha dedicado este tiempo a dar largos paseos al aire libre con los suyos, a ir a la iglesia y a disfrutar de relajados almuerzos y largas sobremesas, fundamentalmente.
Así fueron los días de permiso de Iñaki Urdangarin
Dentro de muy poco, Iñaki Urdangarin regresará a prisión, donde continúa cumpliendo condena. Durante su estancia en Brieva aprovecha, además, para realizar voluntariado, una tarea que comenzó el pasado mes de septiembre. El cuñado del rey Felipe se desplaza al Hogar Don Orione de la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón para ayudar a personas con discapacidad aprovechando sus conocimientos como deportista.
Concretamente, Urdangarin se encarga de prestar apoyo al equipo de movilidad -compuesto por un socorrista, dos fisioterapeutas, un monitor de ocio y tiempo libre, un psicomotrista y una persona que arregla sillas de ruedas-. Desde el pasado mes de enero, además, lo hace tres veces por semana gracias a un permiso del juez. Antes solo acudía a este centro los martes y los jueves.