Hace unos días Lydia Lozano entraba de lleno en el ojo del huracán tras informar y confirmar una noticia que ha supuesto todo un revuelo en el plató de Sábado Deluxe. Tal y como comentaba hace una semana, aseguraba que tenía información sobre una supuesta conversación por Whatsapp entre Rocío Flores y su madre, Rocío Carrasco, que nunca llegó a producirse.
A pesar de que todos los implicados y algunos de sus compañeros negaron la noticia, ella se mantuvo firme y defendió sus palabras hasta el final, dándole la razón y confiando en la total veracidad de lo que le había dicho su fuente que, tal y como desveló, resultó ser José María Franco.
Tras días inmersa en este asunto, Lydia ha dado su brazo a torcer para terminar reconociendo que le "habían metido un gol". No le quedó más remedio que pedir perdón, aunque su profesionalidad ha quedado en entredicho. Tras muchas tardes de broncas con sus compañeros, Lydia se ha sentado en el polígrafo de Sábado Deluxe para cerrar de una vez esta polémica, una situación que no ha sido nada fácil para ella.
En el programa presentado por Jorge Javier Vázquez, la periodista se ha mostrado muy afectada y no ha podido evitar las lágrimas al confesar el problema que esta situación le ha causado a su madre, de 91 años. El polígrafo de Conchita le ha dado la razón en que no ha buscado ningún tipo de protagonismo con esta historia, tal y como muchos de sus compañeros afirmaban, y ella se ha venido abajo: "Mi madre, con 91 años, el jueves se tuvo que tomarse una pastilla por este tema... Con el daño que le hago a mi familia, con el daño que ya le hice, esto no compensa", aseguraba sin poder contener la tristeza.
La colaboradora del programa quiso zanjar el asunto asegurando que ha estado "muchas noches sin dormir" y que "tendría que estar muy loca" si hubiera mantenido o buscado esto siendo consciente del enorme daño que le hace a su familia y, muy especialmente, a su anciana madre. "Mi madre me dice, cómo pueden poner en duda que eres periodista...", confesaba, a lo que ha añadido: "mis padres me pagaron una carrera para que yo fuera feliz, cómo no me va a doler".