Lo logró. En su gran noche y mientras todas las miradas estaban puestas en él, Brad Pitt se llevó el Oscar a mejor actor de reparto por Érase una vez en...Hollywood. La ceremonia no podía empezar mejor: el exmarido de Angelina Jolie ofreciendo el primer discurso de la velada. A pesar de haber estado nominado en otras tres ocasiones por Doce monos, El curioso caso de Benjamin Button y Moneyball, Pitt, a sus 56 años, aún no había ganado el galardón como actor -sí como productor en 2014 por 12 años de esclavitud- y por fin se alzó con su estatuilla dorada.
Cumpliendo todos los pronósticos, su papel de Cliff Booth, el doble y el chico para todo de Rick Dalton, papel al que da vida Leonardo DiCaprio, en Érase una vez en Hollywood le ha hecho merecedor del máximo galardón de la industria del cine, siendo a su vez el primer premio que se ha entregado en la 92ª edición de los Oscar. Lo recibió de manos de Regina King, la mejor actriz de reparto de la edición anterior por El Blues de Beale Street.
Se lo dedica a sus seis hijos
Brad se subió al escenario con el público entregado y dispuesto a oír uno de esos discursos que rápidamente se convierte en viral, sin embargo quizá fue el más serio pronunciado hasta la fecha. "Es increíble, gracias a la Academia por este honor", comenzó el actor con los nervios de saberse ganador. A su director Quentin Tarantino y a su protagonista, Leonardo DiCaprio, quiso dedicarle este premio que arrebató a rivales de altura como Al Pacino y Joe Pesci, Anthony Hopkins y Tom Hanks. "Esto tiene que ver con Quentin Tarantino, porque eres original, eres único, porque la industria del cine sería peor sin ti. Ya lo dijo Cliff Booth -su personaje en la película-, busca lo mejor de la gente, pero espera lo peor".
Y prosiguió: "Leo (DiCaprio) podemos ir a tomarnos unos cócteles unos días, con unas buenas vistas. Gracias a todo el equipo, a los especialistas, a los técnicos. ¿Por qué hacemos todo esto? Tenemos que hablar de los coordinadores de los especialistas, de todo su equipo, rendirles su homenaje". Pero lo mejor se lo reservó para el final, Brad no se olvidó de aquello que le motiva a despertarse cada mañana, sus seis hijos. "Esto es para mis hijos que motivan todo lo que hago".
De este modo, Brad Pitt pone el broche de oro a una gran noche que comenzó con toda la atención puesta en él y en su acompañante sobre la alfombra roja. Después de haber paseado en anteriores ediciones con Jennifer Aniston, Angelina Jolie o incluso con Gwyneth Paltrow, alrededor de las 1 de la madrugada, hora española, sorprendió al mundo al aparecer solo, eso sí muy sonriente y con el empaque de un actor maduro al que los años no le restan ni un ápice de atractivo. Entonces no sabía lo que le depararía la noche, pero como habíamos vaticinado, la Academia no se pedió su momento Brad Pitt.
La alfombra roja de los Oscar a través de las cámaras de ¡HOLA!