Miguel Alejandro Iglesias y Danielle Obolevitch han decidido poner fin a su historia de amor. Según ha podido saber ¡HOLA!, el mayor de los cinco hijos de Julio y Miranda y su novia han tomado caminos separados, tras una relación que ha durado tres años. Danielle estaba muy integrada en la familia Iglesias Rijnsburguer y compartía su vida en Miami con Miguel, además de las vacaciones familiares, como los veranos en la finca de Ojén, Málaga, a la que vienen cada año, o los viajes a Sierra Nevada, donde hace justo un año estuvieron esquiando Miranda, sus hijos y Danielle. Era como una hermana más para las gemelas Cristina y Victoria. La joven de origen ruso incluso acompañó a Miguel y su familia al front row del desfile que Ágatha Ruiz de la Prada dedicó a ¡HOLA! en la Fashion Week Madrid, con motivo de nuestro 75º aniversario.
SI QUIERES LEER EL REPORTAJE COMPLETO, CONSIGUE LA REVISTA A PARTIR DEL MIÉRCOLES EN EL QUIOSCO O DESCÁRGATELA AQUÍ A PARTIR DEL LUNES
En las páginas de ¡HOLA! descubrimos al primer amor de Miguel, Daniella, de origen ruso y que estudia Economía en la Universidad de Pensilvania. Es además una gran tenista, no como profesional, aunque ha ganado numerosos torneos. Ambos compartían gustos y estilo de vida: les gustaba estar al aire libre, los deportes náuticos y pasear a sus perros. Sin embargo, han separado ahora sus caminos. Puede que la distancia, solo se veían los fines de semana debido a los estudios de ella, se haya convertido en un obstáculo insalvable.
LA REVISTA ¡HOLA! DE ESTA SEMANA ESTÁ A LA VENTA YA EN TU QUIOSCO HABITUAL
Miguel, que ha heredado la pasión por la música de su padre y sus hermanos mayores, es el que más se parece, casualidades de la vida, a su hermano Enrique, unido sentimentalmente desde hace 18 años a la también tenista rusa Anna Kournikova (tal y como informaba ¡HOLA! la pasada semana espera su tercer hijo). También a Miguel le gusta el mismo estilo de vestir que a su hermano y se había enamorado además de una guapa tenista rusa, lo que hacía pensar en que la historia se repetía. Tristemente no ha sido así, como se puede leer en las páginas de la revista ¡HOLA! de esta semana, a la venta ya en tu quiosco habitual.