Tras el estreno de la semana pasada de Maestros de la costura, Helen, que discutía con el jurado del programa por su salida, se convertía en la primera expulsada del talent de costura. Los aprendices se han enfrentado en esta segunda entrega a una primera prueba en la que han tenido que confeccionar una minifalda típica de una época con mucho peace and love: los años 60. En un reto con tanto color, María Escoté no ha podido resistirse y se ha animado a elaborar su propio diseño florido. Además, la cantante Massiel, ganadora de Eurovisión en 1968, ha visitado el taller para hablarles de la música y la cultura de aquella época y que se pudieran inspirar. Durante la prueba, Raquel Sánchez Silva ha tenido que intervenir hasta tres veces para impedir que varios concursantes hicieran trampas. La primera de ellas, para que no pasaran a la mercería una vez que habían salido, ya que está prohibido por la organización; la segunda, por compartir hilo y entretela; y la tercera, por usar las mismas canillas entre compañeros.
Lorenzo Caprile estallaba contra todos aquellos que se estaban saltando las normas, anunciando que su actitud sería duramente penalizada: "Viendo lo que os gusta compartir materiales, suponemos que no os va a costar compartir patrones en la prueba de expulsión". Begoña se convertía en la ganadora de esta fase y Marc, que la semana pasada fue uno de los favoritos, se posicionaba el último en la clasificación. La zamorana y su compañera La Brava (que había quedado segunda en la prueba anterior) se convertían en las capitanas del siguiente reto, la reproducción de dos vestidos de Nice Things, marca catalana de moda y accesorios de mujer que busca inspirar y transmitir "las cosas bonitas de la vida". Para supervisar la elaboración de las dos prendas, los jueces han estado acompañados por la creadora de la firma, Paloma Santaolalla, y una de las costureras, Angels Monfort. Tras muchos problemas con los hilos, los patrones y las cremalleras, el equipo naranja, capitaneado por Begoña, ganaba y se aseguraba una semana más su estancia en el programa.
En la última prueba de la noche, la diversidad ha sido la protagonista. Los aprendices han tenido que crear una prenda a medida que defendiera la naturalidad y el respeto del cuerpo. Las modelos tenían diferentes tallas y proporciones y el objetivo ha sido adaptarse a las características personales de cada una para potenciar sus virtudes. La diseñadora Vicky Martín Berrocal ha sido la encargada de dar algunas lecciones importantes para este reto. Joshua, Marc, La Brava, David y Laura luchaban por quedarse una semana más poniendo su creatividad en un modelo propio. Laura pedía el imperdible dorado (que solo se puede utilizar una vez en todo el concurso y que consiste en que uno de sus compañeros ayude en el trabajo durante 20 minutos) y Margarita acudía a echarle una mano. Los jueces, antes de deliberar, reconocían el gran trabajo de todos para un segundo programa, pero tras ver los vestidos de los concursantes, Marc, que no había terminado su prenda, fue el expulsado de esta gala, dejando muy emocionado a su compañero Borja.