Samuel Eto'o, considerado como uno de los futbolistas africanos más importantes de la historia, no se ha presentado al juicio de paternidad que hay abierto contra él para que Erika, una mujer de 20 años, sea reconocida como su hija. Esta supuesta paternidad tiene su origen en 1997. En ese momento, siendo jugador del Real Madrid, el camerunés mantuvo una relación sentimental con Adilusa de Rosario, madre de la joven. Según su relato, al quedarse embarazada el futbolista decidió no continuar con su noviazgo, aunque sí accedió a hacerse responsable legalmente de sus obligaciones. Pero el número de teléfono que le proporcionó resultó ser falso y desapareció de su vida. Aunque Adilusa trató de ponerse en contacto con Eto'o durante varios años, tiró la toalla por su nula respuesta. Pasarían los años y fue en el 2018 cuando la mujer retomó la causa, siendo admitida la demanda de paternidad en noviembre de ese mismo año.
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Adilusa de Rosario se puso en contacto con el abogado Fernando de Osuna, especializado en casos de hijos ilegítimos. El letrado ya se ha encargado de juicios de carácter mediático como el de Javier Santos Sánchez, que ha sido reconocido judicialmente como hijo de Julio Iglesias, aunque el cantante ha presentado un recurso, o el de Manuel Diaz en la Audiencia Provincial de Córdoba, que confirmó en el 2016 como que es el hijo biológico de Manuel Benítez, más conocido como el Cordobés.
En el mes de julio del 2019, tras la demanda de paternidad, el juez dio luz verde a la medida cautelar de 1.400 euros mensuales en concepto de pensión de alimentos. Samuel Eto'o ni contestó ni ha realizado ningún ingreso, según los demandantes. No es la primera vez que el futbolista se enfrenta a un caso de este tipo. En el 2004, un juzgado designó que era el padre de Annie una niña nacida de una relación con Anna María Barranca, con la que mantuvo una relación tres años antes en Mallorca, cuando jugaba para el equipo local. En el 2015, un juzgado italiano, de donde es natural la mujer, falló que el deportista debía pagar 10.000 euros mensuales como pensión de alimento. Algo que no ha sucedido, según ha vuelto a denunciar la italiana, que solicitará prisión tras las evasivas.
El exfutbolista, que pasó por equipos de élite como el Real Madrid, FC Barcelona, Chelsea o Inter de Milán, vive en Qatar junto a su mujer Georgette, con quien se casó en 2014, y las tres hijas frutos del matrimonio. El juzgado remite ahora al deportista a someterse a una prueba de ADN para resolver si Erika es su hija.