A pesar de la fascinación que provoca Georgina Rodríguez y que su nombre acapara titulares día sí y día también, no es habitual que conceda entrevistas para hablar de su vida privada. La modelo española, que hace unos días celebró su 26º cumpleaños, prefiere mantener la discreción y se limita a compartir imágenes de su álbum personal en las redes sociales, donde tiene más de 15 millones de seguidores. Sin embargo, en esta ocasión sí que ha querido hablar sobre algunos aspectos de su vida que generan una enorme expectación, como su historia de amor con Cristiano Ronaldo o la educación que están recibiendo sus hijos.
Georgina, que va a ser una de las grandes estrellas de la 70º edición del Festival de San Remo, ha contado cómo se sintió al conocer a la estrella del balón, asegurando que lo que más le llamó la atención de él fue "su altura, su cuerpo y su atractivo". "Estaba temblando, pero saltó la chispa", confiesa en las páginas de la revista italiana Grazia, asegurando que el portugués consiguió conquistarla "con una sola mirada". "Luego, la forma en la que Cristiano me trata, me cuida y me ama, hizo el resto", afirma. La modelo se desvive por su familia y no puede estar más feliz de haber cumplido su sueño de ser mamá. Eso sí, tiene muy claros los valores que quiere inculcar a sus hijos: sacrificio, disciplina, sentido de responsabilidad, constancia y gratitud.
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"Tenemos una vida privilegiada, pero venimos de familias humildes. Hemos trabajado muy duro para conseguir lo que tenemos y esa es la enseñanza que queremos transmitir a nuestros hijos", explica Georgina. Además, quieren que Cristiano Ronaldo Jr, Eva, Mateo y Alana Martina reciban la mejor educación posible y que no vivan encerrados en una burbuja de cristal para que "nunca pierdan su percepción de la realidad" y "no den por sentado todo lo que tienen". No hay duda de que son unos niños muy afortunados y, tanto la modelo como el futbolista, están educando a sus hijos para que lo valoren y sean conscientes de la suerte que tienen.