Bertín Osborne visitaba en Mi casa es la tuya el piso de Antonio Resines. Presentador y actor conversaron y este le contó anécdotas, desde que empezó su carrera cinematográfica en la década de los ochenta, pasando por su familia, los tiempos en los que estuvo al frente de la Academia de Cine o hasta su memorable rap en los premios Goya. Con la naturalidad que le caracteriza, ahondó también en el cáncer que padeció en 2015. "Me salvé de milagro", relataba el cántabro. Gracias a un accidente de moto en el que se aplastó la mano (y por eso no tiene nudillos), los médicos detectaron en unos análisis que tenía anemia. "No me sentía mal ni nada, pero me hicieron una colonoscopia porque estaba perdiendo sangre y me detectaron cáncer entre el colon y el recto. Me tenían que operar sí o sí y me lo pillaron justo a tiempo", relataba.
Pero el susto no quedó ahí. Además, confiesa que lo peor llegó días antes de la operación: "Había dejado de fumar más o menos en 2013, pero es cierto que notaba quemazón. Era como la acidez que sientes cuando te has pasado de comer o de beber, que te quedas como raro, pero me paraba y se paraba. En las pruebas preoperatorias el anestesista me preguntó si me ahogaba cuando subía un segundo tramo de escaleras y lo cierto es que sí, en esa época me pasaba eso. Así que me dijo: 'Tú tienes una angina de pecho'. Me metieron al quirófano directamente. Tenía una arteria obstruída y me operaron. Tuve mucha suerte y estaba todo muy localizado. Los doctores me dijeron que si me hubiera realizado una colonoscopia tres años atrás, no se habría desarrollado la enfermedad", confesaba.
En mayo de 2015, en la presentación de su libro Memorias de un calvo, explicó ya las razones por las que había decido explicar su delicada situación de salud. "Si cuento publicamente lo que he tenido es porque he aprendido que las revisiones periódicas son vitales para prevenir la enfermedad. A partir de los 50, las colonoscopias pueden evitar tu muerte y eso hay que decirlo. Al hacerme la prueba vieron que tenía cáncer, además de predisposición a la formación de pólipos. No ha sido suerte, sino que me lo cogieron a tiempo y no tuvieron que darme quimio ni radio ni nada. Simplemente la operación", terminaba.