Kobe Bryant siempre tuvo muy claro cuales eran sus prioridades a la hora de educar a sus cuatro hijas, Natalia, de 17 años, Bianka, de 3 años, Capri, de apenas siete meses de edad y más en concreto los principios que siempre quiso transmitir a la fallecida Gianna, de 13 años, la única, que de momento, había seguido sus pasos en el mundo del baloncesto.
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El pacto de Kobe Bryant y su mujer que evitó la posibilidad de una tragedia aún mayor
Nani, Gigi, Bianka y Capri, las cuatro 'principessas' de Kobe Bryant
En una entrevista concedida el pasado mes de noviembre en el programa CBS This Morning, poco más de dos meses antes de que padre e hija perdieran la vida en un accidente de helicóptero, Bryant explicó cuál era la forma en la que intentaba equilibrar su papel de padre con el de entrenador del equipo de baloncesto de su hija.
La desaparecida estrella de la NBA, que siempre manifestó estar muy orgulloso de las chicas de su vida, confesó que la parte más complicada de formar a su hija como una atleta era asegurarse de que había una serie de reglas no escritas fundamentales. “Mi hija debe saber que la quiero tanto si juega bien como si lo hace fatal” declaraba Kobe. "No me importa si hay alguna deficiencia en la cancha” continuaba diciendo el deportista. "es mi hija antes que una jugadora de baloncesto, y es muy importante que ella sepa que así es como lo siento". El jugador de Los Lakers, que conocía de primera mano el sacrificio que conlleva llegar a lo más alto en el mundo del basket, añadía: “Y esto que pienso no son solo palabras, sino una manera de comportarme y tienes que demostrarle que después de un partido perdido, te subes al coche junto a ella y se te olvida”.
Anteriormente, en 2018, en una entrevista concedida a People, Bryant también habló de esta particular forma de tratar a su hija Gianna (apodada cariñosamente Gigi en la cancha y “mambacita” en casa, en honor a su padre, quien se ganó el nombre de “la mamba negra”) y cómo usó esta oportunidad de entrenarla para enseñarle diferentes lecciones de vida. “Una de las lecciones más valiosas que puedo enseñarle es lo que significa la palabra excelencia y el nivel de compromiso que ésta conlleva” admitía el jugador. “ Al mismo tiempo le digo que haga cosas divertidas, que acepte desafíos y que aprenda cosas nuevas. Se lo está pasando genial… y para mi es divertido” admitía la desaparecida estrella de la NBA.
Pero esto tan solo era un ejemplo de su día a día, pues tal y como ha confesado un amigo de la familia a People, Kobe siempre anteponía a su mujer, Vanessa y a sus hijos por encima de todo. "Una de las cosas más importantes que esperaba después de retirarse de la NBA (en 2016) era pasar más tiempo con su familia", afirmaba dicha fuente. "Era un padre muy práctico y, como cualquier otro padre, quería un futuro brillante sus hijas. Tenía un vínculo especial con cada una de sus hijas".