El día después de publicar su ránking de los mayores contribuyentes del Reino Unido, el diario The Times de Londres recibió una llamada de un asesor de Hugh Grosvenor, séptimo duque de Westminster. El empleado estaba furioso con el periódico porque no entendía por qué su jefe, de veintiocho años, figuraba en el puesto número veintidós de la lista y no en una posición más alta. Antes de colgar, exigió que su patrón fuera elevado hasta el 'top ten' de la clasificación.
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Un año después, The Times acaba de publicar una nueva edición del ránking y Hugh Grosvenor aparece en la séptima posición. Según el diario londinense, el aristócrata pagó casi setenta millones de libras en impuestos en 2019, es decir, unos ochenta y dos millones de euros. ¡Peanuts!, dirían los ingleses. Grosvenor es dueño de una fortuna estimada en diez mil millones de libras, lo que lo convierte en el noble más rico de su país, muy por delante de la Reina de Inglaterra. Tras la publicación de la lista de The Times, la prensa británica se refiere a él como "el soltero de oro más codiciado del mundo". También es la persona menor de treinta años más rica del planeta.
Pero a Grosvenor no le intimidan los títulos. Tras la muerte de su padre, Gerald Grosvenor, sexto duque de Westminster, en 2016, heredó ese ducado, uno de los más importantes de la nobleza inglesa. También tomó el control del patrimonio familiar, un imperio inmobiliario que lo ha convertido en el mayor terrateniente de su país y de Europa, con inversiones en sesenta ciudades, incluida Madrid. En los últimos dos años ha invertido doscientos millones de euros en la capital de España, destinados a proyectos residenciales de lujo.
La fortuna de los Westminster se remonta a hace trescientos años, cuando Sir Thomas Grosvenor se casó con la rica heredera Mary Davies, dueña de más de doscientas hectáreas en el centro de Londres. Actualmente, poseen un centenar de hectáreas y cientos de propiedades en Belgravia y Mayfair, los dos barrios más cotizados de la capital británica, donde un apartamento de treinta metros cuadrados puede costar más de un millón de euros.
Además, tienen fincas en Escocia y España. La joya de la corona fuera de su reino es La Garganta, una finca de quince mil hectáreas entre Ciudad Real y Córdoba. La propiedad tiene una superficie mayor a la ciudad de Barcelona y ha recibido la visita de personalidades como el Rey Don Juan Carlos, la princesa Carolina de Mónaco o el príncipe Ernesto de Hannover. Quienes conocen a los Grosvenor aseguran que La Garganta es "su lugar en el mundo" y motivo de gran orgullo, ya que recibió el Premio Bellaeuropa por su gestión ambiental.
Sin embargo, poco más se sabe sobre el discreto duque. Fue educado en una escuela primaria pública cerca de su casa y luego en un colegio privado, Mostyn House School, también próximo al hogar familiar, Eaton Hall, un palacio con aires de castillo francés en el condado de Cheshire. También acudió al Ellesmere College, donde conoció a su actual novia, Harriet Tomlinson, y después estudió Gestión de Tierras en la Universidad Newcastle.
Ahijado de Carlos de Inglaterra, Hugh es amigo de los príncipes Guillermo y Harry desde la infancia y en 2013 ofició de padrino de bautizo del príncipe George, el primogénito de los Duques de Cambridge. Su hermana, Lady Tamara, está casada con Edward Van Cutsem, otro aristócrata muy cercano al entorno real.
"Mi hijo nació con una cuchara de plata en la boca, pero no puede pasarse la vida chupando de ella. Tiene que devolver lo que le han dado", dijo Gerald Grosvenor, sexto duque de Westminster, sobre su heredero en una entrevista, en 1993. Parece que Hugh Grosvenor está obedeciendo el mandato paterno. Ya es uno de los mayores contribuyentes del Reino Unido.