Las hijas de Pepa Flores describen el momento de entregarle el Goya de Honor a su madre

La entrega del Goya de Honor es uno de los momentos más emotivos de la gala del cine español y en la que ha sido su 34 edición, todo cobraba más sentimentalismo si cabe, ya que Pepa Flores fue la elegida por la Academia de Cine para recibir el reconocimiento a su trayectoria cinematográfica y además en su Málaga natal. Una conjunción de circunstancias que habrían sido perfectas de haber hecho acto de presencia la propia actriz en la ceremonia de entrega. Sin embargo, fueron María, Celia y Tamara, las tres hijas que tuvo Pepa Flores con el bailarín Antonio Gades, las encargadas de recoger el premio de su madre. Como ya dijo la mayor, María Esteve, durante el discurso, la protagonista de Un rayo de luz decidió retirarse hace tres décadas y no iba a traicionar sus principios ni siquiera por este premio, más que merecido, y por el que la inolvidable Marisol se siente infinitamente feliz. "Emocionada, contenta y superagradecida a la Academia, a los compañeros (…) No se está perdiendo ni un solo detalle delante de una televisión grande, en un lugar tranquilo", dijo la mayor de sus tres hijas.

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Después de una sentida actuación de Amaia, una de las mayores admiradoras de la malagueña a pesar de su juventud, y con el broche final de la propia Celia entonando Estando contigo, las tres hermanas recogieron el premio de manos de Emilio Gutiérrez Caba, con una sonora y larga ovación a quien fuera 'niña prodigio' del mundo del cine y la canción en los años 60. Solo 24 horas después, la propia María subía a su perfil de Instagram una imagen de las tres hermanas con 'el cabezón' y dos bonitos ramos de la Biznaga, la flor de Málaga, que acompañó con estas palabras llenas de significado: "El Goya ya está entregado y fue un momento absolutamente precioso. Gracias a todos por tanto cariño".

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Desde que en el año 85 la protagonista de Tómbola tomara la decisión de retirarse, todos los esfuerzos por conseguir unas declaraciones o un reportaje de ella han sido en vano. Ni la inauguración de una calle con su nombre en 2003, ni la concesión de la Medalla de la Ciudad de Málaga en 2018, ni siquiera este Goya de Honor han hecho que Pepa haya vuelto a primera plana para devolver ese cariño que aún le tienen, no solo quienes fueron sus admiradores al principio de su carrera, sino también los muchos seguidores que ha ido haciendo a lo largo de estos más de 40 años. Ya lo dijeron sus hijas en su discurso: "Aunque no se lo crea, y os prometo que no es consciente, ha hecho feliz a muchísimas personas con su trabajo a lo largo de su carrera".