Hace cinco años recibió el Goya de Honor por su exitosa carrera y su nombre ha formado parte de la lista de nominados a estos premios en un total de cinco ocasiones (contando la presente). Sin embargo, aunque no es ni mucho menos su debut, Antonio Banderas ha vivido esta gran fiesta del cine con la misma ilusión que si lo fuera por varios motivos: su nombre era uno de los favoritos para alzarse con el Goya a mejor actor por su papel en Dolor y Gloria -como así ha sido- y, además, era la primera vez que esta cita se celebra en su Málaga natal, un escenario muy significativo para él. El actor estaba entusiasmado con el hecho de ejercer de alguna manera de anfitrión con todos sus compañeros y vivir en la ciudad que ama esta noche tan importante que ha compartido al lado de los diferentes profesionales que forman parte de la industria cinematográfica.
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"Después de tantos años, de toda Málaga apostando por la cultura, la Academia de Cine de España reconoce esta labor trayéndose la ceremonia de los Goya a Málaga. ¡Inmensa alegría!", aseguraba Banderas el pasado mes de julio al conocer la decisión de celebrar estos galardones en su tierra natal. Desde entonces, el protagonista de El Zorro ha puesto todo de su parte para que la noche sea perfecta. De hecho, estos días atrás se ha dejado ver estos días atrás muy emocionado en el Polideportivo Martín Carpena. Allí ha estado ensayando puesto que como clausura de la ceremonia de premios ha protagonizado al lado de sus compañeros de A Chorus Line uno de los números de este espectáculo musical de Broadway que estrenó a mediados de noviembre. Una obra teatral que supone para él un sueño cumplido puesto que se representa cada tarde en el Teatro del Soho Caixabank de Málaga, que es de su propiedad.
La noche se antojaba irrepetible, especial y única para Antonio Banderas, sobre todo porque finalmente ponía el broche de oro a la velada ganando el Goya a mejor actor en este marco incomparable para él. Su papel en Dolor y Gloria ha sido, tal y como ha explicado en algunas entrevistas, uno de los más especiales de toda su carrera y ha vuelto a unirle de nuevo con Pedro Almodóvar, la persona al lado de la cual dio los primeros pasos en el mundo del cine. "Cuando me llamó para hacer esta película, me saqué lo galones, y me presenté ante él como un soldado raso con dos preguntas: ¿por qué quieres hacer esta película? y ¿por qué quieres que la haga yo, por qué quieres que te represente a ti?", aseguraba el intérprete durante la promoción de este trabajo.
Precisamente, durante su discurso de agradecimiento, Banderas se acordaba de Almodóvar y le confesaba que había aprendido "tanto" de él. "Tenía que encontrarme contigo para estar hoy aquí. Mis mejores papeles han sido contigo. Y Julieta ha sido mi madre almodovariana en tres ocasiones", explicaba, al tiempo que reconocía que el filme ha supuesto para él "un viaje muy especial".
Como testigo de excepción en su triunfo de este sábado por la noche, se encontraba su pareja, Nicole Kimpel, quien acudía por primera vez a unos premios Goya y veía con orgullo cómo el actor subía al escenario para recoger el galardón. La financiera holandesa con la que comparte su vida desde hace cinco años se ha convertido en su pilar fundamental y le apoya incondicionalmente en todas las decisiones que toma.