Hacía un lustro que Anna Allen no aparecía sobre una alfombra roja cinematográfica. Y la ceremonia de entrega de los Premios Feroz 2020 ha sido el marco elegido por la actriz para su reaparición ante los medios de comunicación que suelen cubrir la información de cine y televisión. Este jueves, la intérprete se vestía con un esmoquin y con la mejor de sus sonrisas para posar ante el 'photocall' de los galardones considerados la antesala de los Premios Goya. Grandes pendientes dorados, una pajarita negra y el pelo ondulado y con la raya hacia un lado eran los otros detalles que completaban el 'look' de la que ha sido, sin duda, una de las reapariciones más inesperadas de la noche.

ana-allen-gtres2 — ste jueves, la intérprete se vestía con un esmoquin y con la mejor de sus sonrisas para posar ante el 'photocall' de los galardones considerados la antesala de los Premios Goya. Grandes pendientes dorados, una pajarita negra y el pelo ondulado y con la raya hacia un lado eran los otros detalles que completaban el 'look' de la que ha sido, sin duda, una de las reapariciones más inesperadas de la noche

Y es que Anna Allen apenas se había dejado ver en los últimos tiempos. Más bien permanecía alejada del foco mediático, hasta que, según sus propias palabras, sintió, "de repente, que debía volver". Así, el pasado año decidió, de nuevo, regresar a la primera línea informativa. Lo hizo, primero, en julio, cuando participó en la serie Paquita Salas, la exitosa producción llevada a cabo por Los Javis y en la que rememora su historia a través de un potente monólogo. Poco después, la actriz retomaba poco a poco las alfombras rojas. Una de las primeras a la que acudió coincidió con la celebración de la gala de nominados de Los 40.

Fue entonces cuando la intérprete española, que cinco años antes se había inventado una vida en Hollywood, salió de su escondite después de permanecer un lustro en el ostracismo mediático y lo hizo en medio de una gran expectación. Posó para los medios de comunicación con una sonrisa muy tímida y sin querer enfrentarse a los micrófonos de los periodistas allí apostados, nada que ver con la que mostraba este jueves durante la presente edición de la entrega de los Premios Feroz.

Anna Allen apenas se había dejado ver en los últimos tiempos. Más bien permanecía alejada del foco mediático, hasta que, según sus propias palabras, sintió, "de repente, que debía volver". Así, el pasado año decidió, de nuevo, regresar a la primera línea informativa. Lo hizo, primero, en julio, cuando participó en la serie Paquita Salas, la exitosa producción llevada a cabo por Los Javis y en la que rememora su historia a través de un potente monólogo. Poco después, la actriz retomaba poco a poco las alfombras rojas. Una de las primeras a la que acudió coincidió con la celebración de la gala de nominados de Los 40

Anna Allen ha decidido que, aunque "da vértigo porque después de lo que experimenté hay muchos miedos", es momento de reinventarse y de levantarse después de caer. "Equivocarse es humano, y ahora puedo entender todo lo que pasó. Yo erré y sé exactamente en qué lo hice. Todos somos muy manipulales y yo me creí cosas que no me tendría que haber creído. Nadie se hace una idea del infierno que he vivido. Todas las personas tenemos derecho a pasar página. Mi objetivo es empezar a disfrutar de nuevo delante de la cámara", reconocía recientemente en conversación con SModa. A juzgar por lo sucedido este jueves, parece que la intérprete ha empezado a llevarlo a la práctica.

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