Cinco días después de sufrir un infarto, Vicente Ruiz, 'El Soro' ha recibido el alta hospitalaria con semblante triste y preocupado. "Lo que querían arreglar no tiene solución", ha comentado el diestro al explicar el alcance de la lesión coronaria que padece y por la que ingresó de urgencia el pasado viernes en el Hospital Clínico de Valencia. "Me dio un dolor en el pecho muy fuerte, me faltaba el aire, era como un puñal clavado", es la explicación que ha alcanzado a dar el torero valenciano, a su salida del centro hospitalario, visiblemente cansado.
Acompañado de su mujer, Eva Rogel y en silla de ruedas, 'El Soro' ha hecho gala de su carácter comentando cómo afronta esta nueva oportunidad: "Hay que intentar alargar la vida del corazón y ver si estamos un ratito más aquí". En este nuevo ingreso, los especialistas no han podido atajar la lesión coronaria que padece. "Le hicieron un cateterismo y ya vieron que no podían operar. Tenía una arteria obstruida, está estrecha y no pueden hacer nada", así lo ha contado su esposa, quien ha sido su mejor apoyo sin separarse de él en ningún momento. Es por esto que el tratamiento a seguir será a base de anticoagulantes y haciendo hincapié en perder peso. "Hay que intentar alargar la vida del corazón con buena dieta mediterránea, nunca mejor dicho", ha comentado Vicente mostrando su positivismo con un gesto, minutos antes de regresar a su domicilio.
Este es el segundo gran susto del torero valenciano. En abril de 2018 sufrió un infarto de miocardio durante un homenaje en Roquetas de Mar donde la afición mantuvo un encuentro con él y con su compañero Javier Vázquez. En aquel momento, su malestar comenzó días antes de su estancia en Almería, durante unas tertulias taurinas en Sevilla. Aún así quiso viajar a Roquetas para el homenaje, donde su salud empeoró notablemente. Rápidamente fue trasladado al Hospital de El Ejido donde se le diagnosticó una angina de pecho y un posterior infarto. Horas después pidió viajar a Valencia donde fue operado en una intervención en la que se le colocó un stent. A pesar de sus lesiones coronarias y las cornadas recibidas por su profesión, su fortaleza física y mental han sido siempre una seña de identidad. Cabe recordar que es el único torero que aún queda vivo de la terna que protagonizó el cartel de la corrida de toros del 26 de septiembre del 84 de Pozoblanco en la que resultó herido de muerte 'Paquirri'.