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Jesús Calleja ha vuelto a Cuatro con una nueva entrega de Planeta Calleja y lo ha hecho por la puerta grande. El aventurero ha empezado esta nueva tanda de episodios con un programa protagonizado por la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, considerada como la mujer más poderosa del mundo, según el ránking realizado por la revista especializada ‘Fortune’. Junto a ella, Calleja viajó hasta Groenlandia, un paraíso en peligro donde abordaron un problema que nos concierne a todos: el cambio climático. "No sé si será más bonito que Cantabria", bromeaba la banquera antes de emprender su viaje, mientras pedía al conductor del programa que la llamase simplemente Ana: "Ana Patricia me llamaba mi padre cuando me regañaba".
© CuatroSu lado más familiar
Durante el programa, la empresaria mostró su faceta más familiar y no dudó en hablar con orgullo de sus tres hijos y su marido Guillermo, que la acompañó durante el viaje y con quien, según explicó, mantuvo una relación peculiar antes de contraer matrimonio. Reconoció que fue ella la que decidió pedirle matrimonio por teléfono tras cuatro años saliendo a distancia y viéndose prácticamente solo en verano: "Nunca salimos en plan novios, yo estaba en EEUU en la universidad y él en Madrid. Y nos veíamos algo en verano, por teléfono le dije: 'si no nos casamos esto va a ser muy difícil'. Además, la hija de Emilio Botín aprovechó para agradecer a su marido su trabajo conjunto: "Yo no podría haber hecho ni la mitad ni un tercio de lo que he hecho sin Guillermo… Una de las cosas más importantes que hicimos cuando nos casamos fue un acuerdo en relación a la familia, la casa y los hijos. Decidimos que siempre íbamos a compartir todo al cincuenta por ciento y Guillermo lo cumplió. Sin ello no podría haber hecho mi trabajo", sentenció en un alegato sobre el papel de la mujer. "Estamos juntos desde el primer día porque nos hemos respetado mucho, he respetado a mi mujer y ahora la admiro mucho", añadió el marido de la empresaria cántabra. Además de la relación con su marido, Ana Botín habló por primera vez de un dramático episodio personal que marcó una etapa de su vida: la pérdida de una hija. "Perdí a una niña y decidí cambiar... Me llamó el director de la división internacional del Banco Santander y me dijo si quería venir a trabajar allí. Mi padre no lo planificó y menos yo, aunque imagino que ese señor que me llamó tuvo que decirselo antes a mi padre”.
Miembro de la Orden del Imperio Británico
Botín también habló de la distinción que la reina Isabel II le otorgó como miembro de la Orden del Imperio Británico, de las veces que ha intervenido en el Parlamento británico y recordó alguna anécdota de cuando conoció a los Reyes de España y a los Duques de Cambridge. "He estado con la reina de Inglaterra y también con William y Kate. Cuando vinieron los reyes de España tuvimos un evento espectacular, yo fui con Guillermo. Y gracias a que tengo esta distinción de la reina de Inglaterra nos dejaron entrar en una sala en la que estaban William y Kate y ellos, por cierto, habían estado estudiando venir a España y adivina el sitio que más les gustó... Cantabria", explicó Ana presumiendo, una vez más, del encanto de su tierra.
© CuatroÉxito profesional y relación con sus padres
La hija del difunto Emilio Botín mostró su lado más cercano hablando de su infancia y de la relación con sus padres. La empresaria reconoció que, a pesar de tener una buena relación con ambos, su vinculo siempre fue más cercano con su madre. "La mayor influencia de mi vida ha sido mi madre. Nos envió fuera a estudiar. Me fui con 13 años de casa, pero yo quería irme antes. Siempre he sido bastante aventurera. Me encantaba conocer sitios nuevos. Aun así sentía a mi madre supercerca. Viví fuera hasta los 30", contaba antes de hablar de su salto a la banca. "De joven quería ser periodista, pero mi tía que lo era - Covadonga O'Shea, fundadora de la revista Telva - me dijo que no era buena idea, y al final acabé en JP Morgan. Allí no te contratan si no vales. Mi padre no tuvo nada que ver en eso, ni en mi incorporación al Banco Santander", explicaba.
Ana Botín no tuvo inconveniente en reconocer que en el ámbito profesional mantuvo "sus más y sus menos" con su padre. Recordó que una portada de EL PAÍS Semanal, que protagonizó en febrero de1999 y que no gustó a directivos de la entidad con la que se iban a fusionar, provocó la llamada de su padre. "Tras la fusión con el Central Hispano me llamó y me pidió que me fuera. Hizo lo que tenía que hacer, pero las formas de hacerlo me hicieron bastante daño. Más duro fue que en una junta de accionistas me dijo que le daba igual el valor de la familia, que lo que le importaba era el banco. Fue una situación muy dura", reconocía. "Estuve tres años fuera del banco y monté 3 fundaciones, creo que si no hubiese sido por eso no estaría aquí. En ese tiempo gané más dinero que en los diez años anteriores. Yo tenía mi vida organizada y mi padre me llamó para ver si quería seguir con eso y ser independiente o volver al banco. La relación con mi padre siempre fue buena, aunque en esos tres años no fue igual. No soportaba cuando en las reuniones me mandaba callar".
Horas después de morir su padre, Ana fue nombrada presidenta del Banco Santander. Una posición que aceptó con orgullo y que ocupa desde septiembre de 2014. "Viendo mi carrera y en comparación con la experiencia que tenían otros, mi currículum era el mejor. Soy la única mujer que preside un banco grande. Hace poco estuve una reunión y de 100 bancos solo éramos tres mujeres al frente. Cuando llegué al mando hubo gente que no se supo adaptar".
Ana Botín y Jesús Calleja recorrieron algunos de los lugares más mágicos de Groenlandia, donde pudieron disfrutar de sus paisajes, la gastronomía y la cultura de algunas de sus regiones. Además de presenciar en primera persona el problema del deshielo, siendo testigos de las avalanchas en los glaciares, por los que también escalaron. "El 98% de los científicos está de acuerdo en que el cambio climático es un problema que estamos acelerando los humanos. Los que tenemos poder tenemos capacidad de acción y de movilizar a gente, que es lo más difícil. Hay gente que cuestiona el cambio climático y es un error, porque no nos va a dar tiempo a adaptarnos. Lo que está pasando es un horror. Hay que pasar a la acción, cambiar hábitos y comenzar a cambiar esta tendencia", aseguró la empresaria impresionada por lo que pudo ver.
