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Dos de los hijos de Pierce Brosnan jugarán un papel muy importante en la próxima gala de los Globos de Oro. Los jóvenes hermanos Dylan y Paris han sido seleccionados como embajadores para la 77ª edición del certamen, donde además de ayudar a repartir los premios, se han unido a una organización sin ánimo de lucro para tratar de concienciar a la sociedad sobre la importancia de la alimentación en la infancia. Dylan de 22 años y Paris, de 18, son el cuarto y quinto hijo del actor, frutos de su segundo matrimonio con la periodista estadounidense Keely Shaye. A pesar de su edad, ambos se han convertido en todo un fenómeno para las nuevas generaciones y cuentan con miles de seguidores en redes sociales. En el mundo de la moda los hijos pequeños del que fuera uno de los agentes 007 más recordados también han hecho sus pinitos y han trabajado para firmas tan prestigiosas como Yves Saint Laurent o Ralph Lauren.
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Aunque probablemente su apellido les haya abierto numerosas puertas, lo cierto es que ambos están demostrando tener madera para triunfar en el mundo del entretenimiento. Además, los valores con los que el intérprete irlandés les ha educado, les está ayudando precisamente a lograr aún más repercusión mediática, donde los Globos de Oro les servirán como plataforma para luchar contra el hambre y apoyar la educación infantil. Dylan y Paris coincidieron en la idea de que como parte de los esfuerzos filantrópicos asociados con el título de Embajador del Globo de Oro centrarían sus esfuerzos en la infancia, en la educación y en la lucha contra el hambre. Para lograrlo los jóvenes se han asociado con la ONG FEED, que ofrece comidas nutritivas a niños en edad escolar en todo el mundo.
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"Nos enorgullece honrar el legado de nuestro padre al unirnos a la increíble lista de embajadores anteriores del Globo de Oro, muchos de los cuales han seguido persiguiendo sus propios sueños en la industria del entretenimiento", dijo Dylan Brosnan, quien se graduará de la USC Escuela de Artes Cinematográficas esta primavera. "La mayor lección que nuestro padre nos enseñó es 'ser amable', lo cual fue un factor esencial en París, y mi decisión de estudiar cine y nuestro deseo de contar historias importantes. Tener esta oportunidad de dirigir la atención hacia los niños que padecen hambre es un verdadero privilegio".
"Como estudiantes, mi hermano y yo entendemos el valor de la educación y su importancia para equipar a la próxima generación con habilidades para tener éxito", agregó Paris Brosnan, quien hace poco viajaba a Sri Lanka con FEED para producir un cortometraje en apoyo de la vida de la organización, pues también sigue los pasos interpretativos de su padre y es estudiante de primer año en la Escuela de Cine y Televisión de la Universidad Loyola Marymount. "Nunca tuve que preocuparme por mi próxima comida. Soy afortunado a ese respecto, pero sé que millones de niños en todo el mundo no tienen ese lujo. Las comidas escolares proporcionan una nutrición de importancia crítica y también incentivan a los padres a mantener a los niños en la escuela, dándoles una oportunidad de luchar por una vida mejor".
